Instaurar normas desde el principio, dedicarnos a conocerlos y mimarlos de acuerdo con sus necesidades, ayudarán a que la adopción de perros sea una buena experiencia.
Cada 28 de mayo se celebra el Día del Perro sin Raza, fecha impulsada para fomentar la adopción de aquellos canes mestizos, conocidos coloquialmente en Chile como “quiltros”.
Recomendaciones para tomar esta decisión con responsabilidad:
¿Por qué adoptar?
· Existen beneficios orgánicos para el animal, como la posibilidad de contar con una mejor nutrición; higiene adecuada; estar menos expuesto al frío; y acceder a atención veterinaria, incluyendo vacunas y desparasitaciones.
· Los perros son animales gregarios, es decir, su naturaleza es vivir en grupos. Ser parte de una familia los ayuda a establecer vínculos y a desarrollar el sentido de pertenencia.
· Recibir cuidados los hace sentir confiados y seguros, ellos perciben el cariño que le entregan las personas que están a su cargo.
· Tiene un impacto social al contribuir en la higiene de las calles y la disminución de focos de infección; así como también reduce el riesgo de zoonosis (enfermedades transmitidas de animales a humanos).
¿Cachorros o adultos?
· Si es la primera mascota o no se han tenido buenas experiencias previas, lo óptimo es inclinarse por un adulto, pues ya ha avanzado en la formación de su carácter y podemos conocer sus problemas de conducta y trabajarlas.
· Alguien con experiencia tendrá menos dificultad para recibir a un cachorro y amoldarlo a su forma de vida desde pequeño.
¿Cómo recibir a la nueva mascota?
· Manejar los celos: De existir otros perros en la casa es importante que cuenten con rutinas bien establecidas para comer, jugar o pasear; y mantenerlas cuando llegue la nueva mascota. De esta forma no sentirán que deben competir por la comida, el espacio físico o la atención de los integrantes de esa familia.
· Instaurar normas desde el principio: Enseñarles desde su llegada acciones como la forma para mostrar que quiere salir, cómo pedir alimento o el lugar para hacer sus necesidades. Si dejamos pasar el tiempo, más complejo se volverá lograr que lo internalice.
· Regalonearlos como perros: No creer que para ser felices necesitan cosas que le dan bienestar a las personas. A veces tendemos a mimarlos con alimentos de premio, tomándolos en brazos o dejando que duerman en nuestra cama; pero el mejor regaloneo es llevarlos a lugares donde corran, se ensucien, hagan hoyos e interactúen con otros canes.
· Observar su comportamiento: Algunos se adaptan rápidamente a su nueva forma de vida, pero otros manifiestan miedos, temores o fobias, lo que puede estar asociado a momentos traumáticos previos. Debemos observarlos permanentemente para detectar si hay rasgos en su comportamiento que requieran de la evaluación de un especialista.
· Evitar la sobre adopción: La idea es brindarles una mejor calidad de vida, por eso es fundamental fijar con responsabilidad un límite para nuestros recursos económicos, tiempo o espacio. De eso dependerá cuántas mascotas es propicio recibir, siempre teniendo presente el bienestar de los animales y que efectivamente estén mejor que en la calle.
Pablo Gómez, docente de Medicina Veterinaria de la Universidad San Sebastián y especialista en comportamiento animal.