Ingeniería es un término que intuitivamente se asocia con ingenio, proviene de la chilenización del término inglés “engineering” vinculado a ámbitos exactos de las ciencias, atribuyéndoles a los profesionales del área una personalidad estructurada que lleva a denominarlos coloquialmente como “cuadrados”.
No obstante, el origen de la conmemoración de su día dista mucho de aquello, ya que dentro de las competencias de los ingenieros está la de concebir productos, procesos y servicios nuevos y mejorados para la sociedad desde sus ámbitos de acción.
Así fue como el 14 mayo de 1647, día posterior de ocurrido el desastre telúrico denominado Terremoto Magno, con una ciudad completamente en el suelo, la necesidad de reactivar el país, dar respuesta a los impuestos que en ese entonces todavía Chile entregaba a la corona española y la escasez de mano de obra producto de las incontables pérdidas humanas, un grupo de profesionales demostró que la aplicación de la ingeniería para el logro de avances para la sociedad permitía resultados notables.
En este escenario complejo, implementaron diversos mecanismos de administración pública, organizaron a personas, planificaron recursos y pusieron en marcha las obras y acciones que permitieron levantar el país hasta recuperarlo en infraestructura y desarrollo.
Ese 14 de mayo quedó instaurado como un día icónico en el cual el aporte de un grupo de profesionales, desde la base de la ingeniería, permitió generar condiciones para restaurar la sociedad. Así también quedó impregnado en el alma del ingeniero chileno que la empatía es lo que permite concebir, diseñar, implementar y operar sistemas con y para las personas.
Óscar Gutiérrez, académico carrera de Ingeniería Civil Industrial Universidad de Las Américas.