El Día Internacional de la Enfermería se conmemora todos los 12 de mayo, en el aniversario de Florence Nightingale quien nació en 1820, la precursora de la enfermería moderna y la creadora del primer modelo conceptual.

Nightingale durante 1853 participó en la guerra de Crimea en Europa, en esa oportunidad, a través de la observación y el análisis científico, llegó a la conclusión de que los heridos mejoraban si los ambientes clínicos tenían una adecuada higiene, cuidados continuos y lavado de manos frecuente.

Recopiló toda la información en diferentes registros, incorporó estadística y publicó los resultados ante la comunidad médica de la época en Londres, dando origen a la enfermería como la conocemos hoy.

Desde esos años hasta la actualidad, la profesión ha tenido varios hitos en su crecimiento como disciplina, por ejemplo, la apertura de escuelas de enfermería en universidades del mundo, el reconocimiento legal de la profesión como gestores del cuidado, apertura de posgrados con maestrías y doctorados.

Estos hitos han acompañado el fortalecimiento de la salud pública en el mundo, contribuido a la disminución de la mortalidad infantil, protección de la salud materna, coberturas de vacunación, vigilancia y control de infecciones, fomento de estilos de vida saludable, entre otras.

Para principios del año 2020 las enfermeras y enfermeros nos preparábamos para celebrar en todo el mundo los 200 años del natalicio de Florence Nightingale, sin embargo, durante ese año con el inicio de la pandemia por COVID- 19 tuvimos que trabajar intensamente en unidades de paciente crítico, hacer promoción de salud en las comunidades y vigilancia epidemiológica, liderar planes de vacunación y promover en la población la importancia de mantener ambientes limpios, cuidados continuos y el lavado de manos frecuentes, igual como lo hizo Florence hace casi dos siglos.

En este último siglo la humanidad ha enfrentado dos pandemias mundiales. En 1918 la gripe española mató a más 8 millones de personas, la enfermería ya estaba regida por los cánones actuales y ayudó directamente a la convalecencia de todos los pacientes que lograron recuperarse gracias al método y la ciencia de una de las profesiones más determinantes en el desarrollo médico de la humanidad. El 2018 mostró los estragos que una nueva pandemia puede provocar, también en esta oportunidad los pacientes y sobrevivientes del COVID-19 fueron tratados en gran medida por cuidados de enfermería.

El desafío que tenemos como enfermeras y enfermeros es siempre trabajar por mantener la salud y el bienestar de las personas a lo largo del ciclo de la vida. Y nuestro día se vive de forma especial ya sea desde el hospital, comunidad, universidades, ministerios, organizaciones internacionales, en cualquier lugar podemos reunirnos a celebrar nuestra profesión y su historia.

Carola Montecino, académica de la Escuela de Enfermería Universidad de Las Américas.