El establecimiento de relaciones sociales y de pareja determinan parte importante de cómo estos vínculos decantarán con posterioridad.
Los últimos 2 años, parte significativa de dichos elementos contextuales vienen determinados por la pandemia del COVID-19.
Dentro de estos elementos podemos considerar el distanciamiento social, las cuarentenas y confinamientos, la imposibilidad de realizar actividades cotidianas que antes nos parecían normales y/o naturales, como asistir a cualquier lugar o evento social sin restricción.
Esto tiene un efecto a nivel psicológico, donde la inseguridad de vincularse con otros sienta un clima de estrés y ansiedad que conspiran contra las posibilidades de generar un nuevo vínculo, una nueva relación o simplemente, abrirse a algo tan natural como iniciar un diálogo con otro en un contexto casual o desconocido.
Todo lo anterior, ha llevado a que tengamos que adaptarnos a nuevas condiciones con grados de incertidumbre, pero a la vez con mucha curiosidad respecto de cómo accionar y reaccionar frente a las distintas y nuevas formas de vincularnos con otros.
De esta manera, se ha transformado en un desafío poder conocernos para generar nuevas relaciones que decanten en uniones de significancia y que prosperen en el tiempo. Y parte de estos desafíos han supuesto superar las barreras físicas, reemplazándolas por diversos medios como la tecnología o dispositivos que nos permitan exponer lo que pensamos y sentimos en un contexto seguro, y que contribuyan a acercarnos más.
Hemos aprendido a dejar fuera muchos prejuicios y abrirnos a la experiencia de conocer a otros en este nuevo contexto, y esto también ha traído nuevos aprendizajes, los cuales hubiesen sido imposibles de adquirir sin haberse abierto a nuevas estrategias.
Esta apertura nos permite experienciar, sentir y vivir las relaciones de una nueva manera, incluso en tiempos de covid.
Dentro de algunas recomendaciones para establecer relaciones en estos tiempos, podemos encontrar la disposición y apertura para utilizar las redes sociales para conocer a alguien.
No obstante, es importante tener cuidado en NO idealizar a las personas detrás de cada perfil de una red social, dado que podemos tener una idea equivocada a partir de cómo “nosotros queremos ver” a esa persona. Esto, es de especial cuidado porque puede condicionar el cómo nos relacionaremos con el otro.
Un último aspecto a tomar en consideración es mantener el equilibrio para comprender y aceptar que cada forma para establecer relaciones sociales, tiene beneficios y/o perjuicios, y que no es negativa o positiva, si no que es posible su coexistencia, y el establecimiento de relaciones se puede ver beneficiado teniendo muy claro cuáles son los mejores y peores aspectos de cada una de ellas.
Rolando Sepúlveda, académico Escuela de Psicología Universidad de Las Américas Sede Concepción.