Estamos tranquilos. Las esporádicas turbas fantasmales se disolvieron. Algunos están indecisos entre la incredulidad y la resignación. La mayoría estamos cargados de energía y ganas de trabajar.
Este es un día histórico en que Chile confirma su entusiasmo por la justicia, la diversidad de sus culturas y sus opciones libertarias. Se terminó la ilusión del empate técnico. Una candidatura y la otra no eran equivalentes, ni en el peso de la adhesión ciudadana, ni en los alcances de su efectos históricos. Hay una mayoría de votantes que se han inclinado decisivamente por Gabriel Boric y por la consolidación de los deseos de transformación política del país.
Este es el momento en que el ganador debe reconocerse como Presidente electo de todos los chilenos. No es necesario que el perdedor se reconozca como derrotado. La minoría electoral debe admitirse como minoría y antes de exigir que se la tenga presenta al gobernar, debe declarar que ella respetará a la mayoría y su derecho a la iniciativa.
¿Qué ha pasado?
La ciudadanía ha ratificado la voluntad de transformaciones profundas declarada explícita y repetidamente desde octubre de 2019. Manifestaciones, plebiscito, elección de representantes en la Convención y autoridades locales, cada paso de la trayectoria política ha ido ratificando, ampliando y consolidando la voluntad de terminar con las instituciones abusivas, con el inmovilismo político y con la lentitud de la inclusión económica. La elección de un Parlamento equilibrado es parte de esta movilización histórica y de la opción por formas pacíficas de resolución de conflictos.
Los chilenos quieren paz; quieren una paz que los respete y se oriente a resolver sus demandas y no la paz que ha pedido el gobierno que se va, orientada a mantener la vigencia de las estructuras abusivas.
Hemos elegido un conjunto de representantes y de instituciones que pueden dar sentido a la autoridad.
No a una autoridad que surge de la fuerza del más fuerte y que se protege con la violencia armada sino a una autoridad que es empática con la población desfavorecida; que no aplasta a la ciudadanía como si su mandato fuera una imposición ante la que no queda más que obedecer. Las nuevas autoridades estarán sometidas a exigencias de mayor transparencia, se les pedirá que se muestren sensibles a la equidad, la justicia y la eficiencia en los procesos de inclusión. La gente va a apreciar las autoridades fuertes pero accesibles y colaborativas.
Boric va a concentrarse en el amplio conglomerado de fuerzas que lo apoyaron. Para hacerlo va a definir desde la partida el marco de acción que desarrollará su Gobierno y las condiciones en que se relacionará con las organizaciones sociales, los partidos que lo apoyaron, la oposición y el resto de las instituciones.
A partir de este punto, lo que a mi me gustaría escuchar del Presidente electo, es más o menos lo siguiente:
1.- Que va a entregar un apoyo incondicional a la Convención Constituyente.
2.- La disposición de resolver el conflicto mapuche, ahora, en base al diálogo político y cultural, a la paz, a la justicia y a un Estado único y plurinacional.
3.- Me gustaría que el Presidente insista, como en un piso civilizatorio, en las políticas de igualdad para las mujeres. Que profundice en la discriminación positiva y en los avances en instituciones proactivas en la igualdad de los géneros y la neutralidad de los sexos. La apuesta por las mujeres es la base de un cambio en las formas del ejercicio de la autoridad y de funcionamiento del sistema político.
4.- Me zumban los oídos esperando oír que se sentarán las bases de un sistema previsional justo y sustentable donde los viejos están primero (la sociedad debe construirse desde el rescate de la memoria, de la experiencia vivida y la permanencia de los ancestros en la herencia cultural). Que le de un sentido preciso a No + AFP, en el marco de un compromiso real, verificable, del Estado con la tercera edad y de un reconocimiento de los ahorros previsionales como derecho adquirido por las personas.
5.- Espero que el gobierno favorecerá un debate que permita que la educación abra caminos a los jóvenes para una vida profesional autónoma -como emprendedores personales o colectivos- o para trabajos asalariados de calidad. ¡Como me gustaría, que finalmente se abriera un debate sobre la calidad de la educación!
6.- Modernización de los sistemas de salud. Recoger institucionalmente los aprendizajes de la pandemia y fortalecer el sistema público y la atención primaria.
7.- En política exterior, me gustaría que el Presidente afirme la vocación chilena de participar en la mundialización y las aperturas culturales y comerciales que involucra. Que apueste al crecimiento de Chile sobre la base de una mejora radical de las relaciones con el vecindario directo. Ojalá que prepare un acuerdo de mar con Bolivia y relanzamiento de la amistad con el Perú.
8.- En materia de políticas económicas, quisiera escuchar que; a) Este gobierno no tiene problemas con la propiedad privada y no va a expropiar a nadie. b) mantendrá los equilibrios fiscales que son esenciales para la sostenibilidad de las políticas de economía inclusiva. El gobierno no va a inventar gastos sin financiamiento, c) El gobierno se propone pasar de una política centrada en las muy grandes empresa a una economía del crecimiento horizontal, basado en las personas, d) la política económica y la defensa del medio ambiente son un mismo ámbito; e) el gobierno va a sustituir las políticas de ‘gasto’ social por políticas de inversión social que hagan efectiva la opción por las pymes y las personas, f) el gobierno va a defender los derechos de los consumidores y va a procurar ampliar las escasas áreas de libre competencia que existen en la economía, g) las muy grandes empresas están invitadas a seguir participando en el desarrollo de Chile y serán incentivadas a respetar la ‘frontera de más acá’ de las leyes (dejando de lado la frontera del ‘otro lado’ que estira la cuerda de la legalidad hasta deslegitimarla y romperla. Las actitudes anticompetitivas van a ser desalentadas y se favorecerán encadenamientos virtuosos de las grandes empresas con las medianas y pequeñas empresas nacionales.
10.- En materia de seguridad pública me gustaría oír que el gobierno va a ser inflexible con el vandalismo y con las bandas armadas. Paralelamente, me gustaría escuchar un compromiso de cero muertos en manos de la fuerza pública. Ningún accidente puede ser aceptable. Ninguna justificación para disparar contra los chilenos. Espero que el nuevo gobierno promueva la política y la democracia por sobre violencia y que trabaje para la prohibición absoluta a las FFAA y las policías, de disparar contra la población en contextos de manifestación social o política. Este deseo lejos de desarmar a las policías les devolverá la legitimidad perdida.
El Presidente se abocará desde el día uno, hoy lunes 20 de diciembre, a construir una alianza de gobierno lo más amplia posible y también a definir las formas de una relación abierta, flexible y respetuosa con la oposición, los pueblos originarios y los movimientos sociales.
Este será un día de esperanza y de mucha energía. ¡El país nos necesita a todas y todos!