A partir de octubre entra en vigencia la Ley 21.302 que crea el Servicio Nacional de Protección Especializada a la Niñez y Adolescencia, Mejor Niñez, que promete cambiar la institucionalidad de niños, niñas y adolescentes en Chile. Este servicio sustituye al Servicio Nacional de Menores (Sename) en su función de dar protección a niños, niñas y adolescentes que sufran algún tipo de vulneración en sus derechos, pero no a adolescentes infractores de ley, materia reservada al Servicio de Reinserción Social y Juvenil, cuyo proyecto de ley está en tramitación en el Congreso.
La ley que crea este Servicio reconoce a los niños como titulares de derechos, garantizando el interés superior del niño, el derecho a ser oído y su participación efectiva, el principio de igualdad y no discriminación, la perspectiva de género, la inclusión, la protección social, el principio de su autonomía progresiva, la prioridad en atención, la restitución y reparación de daños ocasionados, la especialización en materias de infancia y adolescencia, entre otros.
Pero, pese a que Mejor Niñez tendrá un enfoque en los derechos de la infancia, lamentablemente carece de un marco normativo, pues aún no entra en vigor la Ley de Garantías y Protección Integral de la Niñez y Adolescencia que fue objeto de un requerimiento ante el Tribunal Constitucional, siendo el único país en Latinoamérica que no cuenta con una legislación de garantías o código de la niñez.
Por tanto, si bien el nuevo servicio viene a subsanar las deficiencias del antiguo sistema y constituye un avance respecto del anterior, mientras no se apruebe la Ley de Garantías, carecerá de un cuerpo normativo sobre el que enfocar su acción.