La revolución tecnológica también ha llegado a los sectores rurales, primeramente con el uso de celulares como medio de comunicación, con la implementación de sensores para detectar contenidos de humedad en el suelo para definir el momento más apropiado para regar, con cámaras hiperespectrales montadas sobre drones para detectar plagas y enfermedades o estado de vigor del cultivo, o bien con algunas tecnologías más sofisticadas como los radares de penetración terrestre (GPR) que a través de ondas electromagnéticas, son capaces de detectar anomalías del subsuelo, y mapear situaciones de nivel de drenaje, humedad del suelo, pedregosidad subsuperficial, profundidad efectiva del suelo o bien evaluar el volumen de raíces del cultivo, variable muy importante para calcular las dosis de riego efectiva en condiciones de estrés hídrico.
Sin duda que el uso de drones constituye una herramienta moderna, utilizada a nivel predial, en reemplazo de las imágenes satelitales cuya función espacial se adapta mejor para grandes extensiones. La reducción de costos, tiempo de trabajo, versatilidad y precisión de ésta tecnología permite realizar vuelos entre 70 y 95 metros de altura para sacar imágenes tomadas por cámaras RGB, térmicas o multiespectrales que perciben la reflectancia del suelo, los cuerpos de agua y principalmente los cultivos, incluyendo especies forestales, a través de una aplicación que dirige y planifica el vuelo; para luego en gabinete desarrollar un trabajo de fotogrametría que estima la superficie de un predio, la localización y cuantificación de sus límites, el trazado y medición de caminos y canales de riego, la infraestructura existente como bodegas, establos, silos galpones de maquinaria, y la disposición precisa de las plantas de una especie de hortaliza en terreno o bien el grado de vigor de variedades de uva vinífera y el momento de cosecha más adecuado.
Toda ésta información registrada a través de imágenes permite tomar decisiones de manejo agronómico de los cultivos, planificación predial, evaluación de impactos ambientales y tasación de predios agrícolas y forestales entre muchos aspectos. Desde el punto de vista del manejo del suelo es posible generar mapas temáticos de los distintos atributos del suelo como por ejemplo cartografía de los contenidos de arena, limo y arcilla superficial; disponibilidad y distribución de nutrientes útiles para las plantas como nitrógeno, fósforo, potasio y micronutrientes, estimación y distribución de la cantidad de agua almacenada en el perfil del suelo, o disponibilidad de materia orgánica y carbono orgánico que un suelo puede albergar sobre todo en el contexto del cambio climático. Esto es la agricultura de precisión, que debe ir ajustada por la toma de muestras en terreno.