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Última milla: La competencia tecnológica del comercio en internet para entregar las compras a tiempo

28 julio 2021 | 12:16

Antonio, finalmente decidió comprar un computador. Tranquilamente, desde su smartphone, acostado en su cama, en dos minutos completó su compra en una tienda de e-commerce. Fue un proceso fácil. Solo le queda esperar la llegada de su producto en los plazos comprometidos por la empresa.

Entregar a tiempo el producto al comprador final, para las grandes y pequeñas empresas de venta electrónica es el proceso logístico más difícil de resolver. Del cumplimiento de ese plazo depende que Antonio vuelva a comprar en la misma tienda online o decida no hacerlo nunca más por un retraso en la entrega.

Mientras Antonio espera, en la empresa donde adquirió su computador, se ponen a prueba todos los procesos logísticos para que el cliente obtenga una plena satisfacción con el servicio. Desde el comienzo de la pandemia las compras online han crecido de manera exponencial, y por el volumen de las mismas, esta promesa se ha convertido en un quebradero de cabeza para las empresas. Entregar a tiempo las compras influirá de manera sustancial en su reputación. En el mundo empresarial a este proceso se le denomina “la última milla”.

Desde el momento de la compra, en el e-commerce, comienza todo un complejo proceso tecnológico, que en la actualidad se ha convertido en un elemento clave para el éxito. La implementación de tecnologías para este proceso es fundamental. Desde simples softwares de clasificación hasta complejos robots para las grandes compañías mundiales de venta en Internet.

La denominación como “última milla” a este proceso sugiere una carrera de atletas que se esfuerzan para ganar la competencia. Detrás de ellos también las tecnologías juegan un papel fundamental para medir capacidades y hacerlos más competitivos. Ganar la carrera.
En la última milla del comercio electrónico la búsqueda de partners experimentados en la logística de currier y la propia inversión en aviones, en la construcción de almacenes distribuidos geoestratégicamente y en flotas propias de camiones y furgonetas se ha hecho fundamental, pero la inversión en automatización para la clasificación de los productos ya es una guerra tecnológica conocida.

Antonio, mientras espera la llegada de su computador no imagina un ejército de robots que manipulan su preciada compra. Amazon, uno de los gigantes del comercio online en el 2012 compró por 600 millones de dólares la empresa Kiva. A Kiva no la querían por otra cosa que por sus alucinantes robots que se mueven como hormigas por los almacenes transportando y clasificando paquetes, capaces de mover estanterías y cajones repletos de productos.

Aliexpress ha realizado grandes inversiones en los llamados almacenes inteligentes, digitalizando estas gigantescas instalaciones y minimizando el número de empleados humanos que se necesitan para todos los procesos logísticos.

Los robots son parte integral de esta estrategia. La empresa Cianiao, propiedad de Aliexpress, hace uso de robots similares a los que señalamos en los almacenes de Amazon, pero además de esos robots que trasladan mercancías de un lado a otro en la empresa también han comenzado a plantear el uso de robots para la entrega final, esa famosa “última milla” que es la más problemática de automatizar para las plataformas logísticas.

Seguramente, en pocos años, aunque suene a ciencia ficción, Antonio recibirá su computador a través de un vehículo eléctrico automatizado si compró en Aliexpress. Se lo entregará Xiao G, un vehículo robotizado de entregas que cuenta con una serie de buzones donde se guardan los paquetes que se van repartiendo. Cuando el robot llega a la dirección de entrega avisa con un mensaje al destinatario, que sale de casa un momento para, con un código en su móvil, abrir el buzón que le corresponde y sacar el producto que se le ha enviado.

La investigación e inversión en nuevas tecnologías hacen crecer las economías de los países y las empresas. Axity no es ajena a esta carrera de la última milla, que paradójicamente no solo es aplicable a cumplir el plazo de entrega de un producto, también a competir tecnológicamente dentro de nuestro país para ser los más eficientes en este gran reto.

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