Cuando parecía que la tensión electoral del fin de semana pasaba, la excandidata a gobernadora regional, Karina Oliva, escribió en su cuenta de Twitter: “Hicimos campaña a lo Bielsa. No a lo Acosta. Dejamos todo en la cancha, jugamos hacia delante, sin colgarnos al arco, fortalecimos el medio campo y la delantera, pero no basta. Siempre como Bielsa, con épica, disciplina y convicción”.
Esto desató una ola de críticas, ya que se comparaba con Marcelo Bielsa, pero sobre todo porque al mismo tiempo, en su afiebrado parangón, denostaba al exentrenador de la “Roja” Nelson Acosta, quien además sufre de Alzheimer.
Las críticas han llegado de todos lados, incluso de sus partidarios, ya que si quería compararse con alguien, no era necesario tener que denostar a otro. Además, con un cuestionado conocimiento de fútbol, ya que Acosta fue el DT que llevó a Chile a un mundial en 1998 después de 16 años de ausencia, consiguió medalla de bronce en los JJ.OO. de Sidney, y fue campeón con Cobreloa, Everton y Unión Española, muchos de esos equipos siendo los más goleadores.
La excandidata quiso comparar estilos, lo más probable sin haber visto un partido dirigido por Acosta y, quizás, pocos por Bielsa, quien fue siempre muy respetuoso del entrenador nacido en Uruguay. Pero los de las caricaturas, que las redes sociales agrandan, no lo saben.
A muchos políticos les gustaría tener los logros y afecto que generan ambos DT, cada uno en su estilo. Cuánto desearían los partidos políticos tener el arrastre y fidelidad de los hinchas de un club o el trabajo colectivo que se genera en un plantel.
Cómo desearían tener el liderazgo de Pellegrini, el intelecto de Bielsa, la filosofía de Pep Guardiola, la osadía de Sampaoli y, por supuesto, la estrategia de Nelson Acosta que sabía qué hacer en las distintas canchas.
Son muchos los autogoles de una clase política que cada vez tiene menos gente en sus estadios, pero no por la pandemia, sino porque cada partido es menos atractivo que el otro. No más ejemplos futbolísticos para ser simpático, mejor apliquen los conceptos del fútbol para entender todo lo que está pasando y lograr que la gente vuelva a esos estadios con un lápiz azul.
Siguen usando frases del fútbol, pero están quedando cada vez más fuera de juego. Y sin VAR.