Drásticos momentos son los que se viven en Kabul, capital de Afganistán y actual centro de operaciones del ejército talibán, que tomó hace días el control del país.
Miles de personas se han visto afectadas por esta sangrienta situación, siendo las mujeres las más afectadas por las normas que imponen los insurgentes.
Muchos otros se han quedado “atrapados” en la capital y sus alrededores, mientras esperan ser evacuados y otros simplemente deben continuar con sus trabajos. Uno de ellos es el comunicador chileno, Jorge Said.
“Aquí está todo moviéndose muy rápido. Decidí salir hoy porque ya estaba muy angustiado, viendo un poco la realidad. Al rededor de las cuatro cuadras que rodean el hotel, hay un fumadero de opio y se ve mucho control de los talibanes”, dice Said.
“Decidí salir a los campos de refugiados. Están viviendo primero con la amenaza de lo talibanes y sin ningún tipo de apoyo. Duermen en el suelo, con 45 grados de calor, sin agua y sin electricidad. Los niños, en un estado lamentable y las organizaciones humanitarias brillan por su ausencia”, se lamenta el chileno.
“Luego fui para el aeropuerto, donde la cosa solo eran balazos. Tuvimos que salir del auto y nos dimos cuenta de que se estaba tratando de impedir la avalancha de gente que quiere salir de este país”.
“En este momento debe haber al menos 30.000 o 40.000 personas que estás tratando de escapar por el aeropuerto de Kabul”.
Descoordinación de EEUU y el resto del mundo
Uno de los puntos más criticados de la situación, fue la toma de decisiones y el actuar de la comunidad internacional frente al grave problema.
EEUU es la potencia que más críticas ha recibido. Esto, luego que el presidente Joe Biden haya defendido la postura de retirar sus tropas de Afganistán tras 20 años.
“Toda esta descoordinación que tiene especialmente EEUU, pero también la comunidad europea y la OTAN, es escandaloso. No es para que haya ocurrido una cosa tan grave y tan grande”, dijo Jorge.
“Hay un odio en la población muy fuerte y por mientras, los talibanes revisan casa por casa a las personas que trabajó con el gobierno anterior. Las vendettas serán muy grandes y no creo tengan un final feliz”, agregó.
“Entiendo que están las negociaciones las 24 horas, para tratar que esta gente no comience con revanchas o que se desquiten con las mujeres”, mencionó.
Encuentro cara a cara
“Por primera vez les vi la cara. Los grabé y me apuntaron. Es distinto verlos en persona y que a uno lo miren o lo amenacen. Están con los tanques y las armas del ejército afgano, así que andan felices”, relató el chileno en su primer encuentro con los insurgentes.
“Esta gente quiere hacer un emirato, una democracia, pero en un país gobernado por Dios. Algo así como lo tiene el país vecino, Irán, que es más parecido a una teocracia”, comentó.
Continuó diciendo que: “La evolución de las cosas es muy rápida, todos los días hay cosas nuevas. El medio Al Jazeera, que son voceros de los talibanes, son los que mejor tienen la información. Nosotros aún no podemos acceder a ellos”.
“Mañana salgo a la gran celebración chiita. Es muy importante y se celebra en grande. Entiendo que como son fanáticos, se golpean las espalda con cadenas y cuchillos, hay mucha sangre y muchas banderas”, mencionó, respecto a las actividades de los próximos días.
Recordó además que “los chiitas son los principales enemigos de los talibanes, los odian. Es un odio que viene desde siempre porque son de otra etnia y de otra religión”.
Milicia peligrosa
Finalmente, Jorge Said aseveró que se debe estar alerta respecto a la milicia de los talibanes, a los soldados que “vienen desde los montes”.
“No se debe olvidar que los talibanes son un paraguas de grupos distintos. Lo que opine la parte política, que habla con los medios, es diferente a los milicianos”, dijo.
“El combatiente talibán puede llegar a ser muy violento y a actuar como se le da la gana”, mencionó el documentalista.
“Por el momento, el foco está en evitar la guerra civil. Si eso ocurre, no se va a respetar nada, ni los derechos de las mujeres o las etnias”, dijo.
“Yo estoy muy agotado. Me siento por una parte contento, por una casualidad, representar en cierta parte a Latinoamérica aquí. Es importante mandar un mensaje a las organizaciones de los derechos humanos, para que se haga presión por las mujeres y las minorías étnicas”, concluyó.