Agencia UNO

Diputada Sepúlveda (FRVS): "Los parlamentarios de Gobierno no están siendo escuchados por La Moneda"

01 mayo 2020 | 08:00

Alejandra Sepúlveda, diputada de la Federación Regionalista Verde Social (FRVS) y representante del distrito 16, en la región de O’Higgins, puso sobre la mesa una controvertida propuesta a inicios de abril: permitir el retiro de fondos previsionales para que las familias más necesitadas puedan sortear las dificultades económicas que ha generado el coronavirus.

No obstante, la propuesta que impulsó junto a sus compañeros de partido Jaime Mulet y Esteban Velásquez, además de René Alinco (IND), fue declarada inadmisible el pasado 15 de abril en la Cámara de Diputados porque los proyectos vinculados a pensiones y el resguardo de los fondos previsionales son de exclusiva atribución del Presidente de la República.

Tras el revés inicial, optaron por presentar hace una semana y media un proyecto de reforma constitucional distinto del primero, que apunta a sortear así el fallido primer intento.

Asimismo, ayer jueves una propuesta de similares características logró ser promulgada en Perú. No obstante, Sepúlveda marca diferencias respecto de la ley en el país vecino y subraya que la propuesta del FRVS toma en cuenta de mejor forma el impacto en el mediano y largo plazo, sobre todo respecto a compensar los efectos en el monto de las pensiones.

“El Estado debería subsidiar o buscar la forma de cómo se complementa esa pensión. Porque si no es así, quien paga la pandemia es la familia y no hay un aporte efectivo del Estado”, aseguró en entrevista con BioBioChile.

En ese contexto, apunta a la escasa voluntad de diálogo de La Moneda en torno a la propuesta e incluso asegura que los propios parlamentarios de Gobierno no están siendo escuchados por el Ejecutivo. “Hay un sector del oficialismo que está muy complicado con la falta de diálogo del Gobierno”, acusó.

Insiste en que el proyecto que impulsan es una buena idea, responsable, pensada y estudiada casi un año durante la tramitación de la reforma previsional, que actualmente discute cambios en el sistema de AFP y el pilar solidario.

Para ella, lo central es entregar liquidez a las personas que lo necesitan en la pandemia, pese a la limitación que tuvieron que enfrentar en el primer intento, con una iniciativa considerada atribución exclusiva de La Moneda, de acuerdo a la carta fundamental vigente.

¿La Constitución actual es a su parecer una barrera que impide el avance de este tipo de proyectos?

Absolutamente. Hoy día la Constitución es muy rígida. Con un sistema presidencialista absoluto. No deja presentar ideas que a lo menos se puedan discutir, porque nosotros lo que estamos diciendo es que den la posibilidad de a lo menos discutir otras ideas que se están implementando en el mundo a partir de la pandemia y en Chile ni siquiera podemos someterlo a discusión en el parlamento. Por lo tanto, yo creo que ojalá lo antes posible se concrete una reforma para que este sistema tan presidencialista lo podamos cambiar y pueda haber esta discusión en el país.

La agenda legislativa la maneja La Moneda…

Es tan así que además de la agenda, que fija cuáles son los temas que hay que discutir, también coloca los tiempos. Las urgencias, la suma urgencia, la discusión inmediata, las coloca el Ejecutivo y el parlamento sólo tiene que obedecer frente a una obligación constitucional.

En Perú este jueves fue aprobado un proyecto de similares características ¿qué le parece que haya tenido éxito en el país vecino?

Yo me alegro que en Perú exista, frente a la complicación que hoy tienen las familias, la posibilidad de retiros individuales de los fondos de AFP. Pero el proyecto que nosotros hemos presentado es distinto al de Perú, porque nosotros planteamos la posibilidad del retiro de fondos, nosotros planteamos que ahí hay un título de deuda, expresado en un bono de reconocimiento, que posteriormente el Estado al momento de jubilar esa persona pueda devolver esos fondos a la persona y no se complique el monto de jubilación.

¿Y en términos de beneficio monetario cuáles son las diferencias?

Lo que plantea Perú son alrededor de 2 mil a 3 mil soles (N de la R: permite retirar 12.900 soles, cerca de $3,2 millones). Nosotros estamos planteando entre 5 ingresos mínimos mensuales ($1,6 millones) hasta 150 UF ($4,3 millones) dividido en 5 meses. Es superior a la propuesta de los peruanos.

Nosotros queremos saber primero cuál es la jubilación proyectada de esa persona. Si es bajo las 25UF ($717.000) puede entrar en esta ley. Si la persona tiene una pensión proyectada bajo ese monto, puede entrar a dicha modalidad. Y, según la información que tenemos, casi el 80% de las personas que cotizan podría entrar a este tipo de retiro, pues el promedio de jubilación autofinanciada son alrededor de $220.000.

En cambio el proyecto peruano exige haber cotizado 30 años…

Cuando son $717.000, si tu tienes un monto menor a eso tu puedes entrar al fondo colectivo de la reforma previsional que estamos estudiando en el Congreso. Entonces tu vuelves a resguardar con esta idea de utilización del fondo colectivo la posibilidad de que la jubilación no disminuya. Estamos resguardando dos cosas: primero, que la familia o esa persona pueda retirar los fondos, pero al mismo tiempo estamos resguardando -a través del bono de reconocimiento, el aporte previsional solidario de vejez, el pilar solidario y/o el fondo colectivo- que no baje su pensión.

¿Entonces la responsabilidad va a recaer en el Estado en el futuro?

Ese fondo colectivo es un fondo que se hace a partir del aumento del 6% en las cotizaciones con aporte del empleador. Esa parte de ese fondo colectivo que se va a constituir a partir de esta nueva cotización no lo coloca el Estado, sino que los propios afiliados y los empleadores y por ahí también podemos suplir esta jubilación a partir del retiro que se pudiera hacer en el minuto de la pandemia.

Lo hemos armado sistémicamente. No sólo mirando esto, sino la reforma al pilar solidario como también la reforma a la nueva cotización.

¿El éxito de la iniciativa depende entonces del trámite de otras iniciativas?

Claro. Por eso este bono de reconocimiento se entrega al final de la jubilación. El Estado va a tener un periodo importante de para recuperarse de la pandemia y poder desarrollar y crear este fondo colectivo, que ya hay un acuerdo político para eso.

¿Y ha habido conversación con el Ejecutivo sobre esto?

Yo lamento que el Ejecutivo se haya cerrado a discutir otras alternativas. Uno plantea ideas, existen propuestas importantes y el Gobierno no ha querido escuchar. Lo único que estamos pidiendo es discutir ideas. Veamos si esas ideas tienen asidero económico, financiero y si tienen distintas miradas para poder fortalecerlas. O, sencillamente, decir: “No nos gusta la idea, no nos parece porque tenemos otra mejor”. Pero el Gobierno ni siquiera ha querido discutir estas ideas.

Para nosotros, esta idea reúne la mayoría de los requisitos. Primero le entrega liquidez a las familias ahora, de forma rápida, los recursos están ahí. Y segundo, no presiona al Estado ahora, al contrario, le quita presión. Y tercero, no perjudica a mediano y largo plazo al cotizante y la persona que va jubilar. Me cuesta entender cómo el Estado no ha visto la posibilidad de poder buscar una legislación que nos permita hacer esto, un poco como Perú, pero la diferencia es que nosotros estamos mirando a mediano y largo plazo también la coherencia con la jubilación.

¿Le parece menos responsable la propuesta peruana?

Ellos cuidan el corto plazo. La liquidez de las familias. Ahora, que tengan que tener 30 años de cotización para optar al beneficio también es mirar a mediano y largo plazo, pero yo creo que la diferencia que se puede producir -a pesar de tener 30 años de cotización- entre la jubilación esperada sin retiro y la jubilación con retiro es lo que el Estado debería subsidiar o buscar la forma de cómo se complementa esa pensión. Porque si no es así, quien paga la pandemia es la familia y no hay un aporte efectivo del Estado.

Gobierno v/s oficialismo

¿Cómo se podría avanzar en un diálogo para sacar adelante este proyecto en Chile?

La forma es precisamente esta. Incorporar esta reforma constitucional, que no debería tener dificultad de pasar por el Congreso y empezar la discusión. Nosotros siempre vamos a estar disponibles como bancada de hablar con el Gobierno, de buscar alternativas y si hay una idea mejor estamos absolutamente llanos a escuchar. Pero nos gustaría que, de la misma forma que nosotros estamos dispuestos a escuchar, el Gobierno también escuche. Hay un mínimo de reciprocidad en política.

¿Ha iniciado el dialogo con el oficialismo y la oposición para el respaldo en este segundo intento?

Si, cuando presentamos firmaron el proyecto parlamentarios del Partido Socialista, de la Democracia Cristiana, de los distintos bloques de oposición. Ahora, del oficialismo no firman porque hay un mandato del Gobierno de que esta es una idea que ellos no quieren que prospere.

¿Y hay oficialistas que quieran revisar la propuesta?

Hay un espíritu de querer revisar esto en ellos. Pero los propios parlamentarios de Gobierno no están siendo escuchados por el Ejecutivo. Hay un sector del oficialismo que está muy complicado con la falta de diálogo del Gobierno.

¿Ha visto parlamentarios incómodos con este escenario?

Sí.

¿Y cómo se podría destrabar esta situación entre el oficialismo y el Gobierno?

Hay parlamentarios que tienen mucha más relación con la ciudadanía y lo que está ocurriendo hoy día. Vamos a tener complicaciones graves, sociales y económicas a partir de la pandemia. Entonces tenemos que buscar instrumentos que se adapten a las necesidades de las personas.

Postergación del plebiscito

En medio de la emergencia sanitaria ¿considera prudente que se insinúe una nueva postergación del plebiscito constitucional?

Hay mucha incoherencia en lo que está diciendo el Gobierno, porque al mismo tiempo el volver a la normalidad, que se abran los mall, por un lado; sin embargo no hay una normalidad política. Yo creo que la premisa más importante es cómo cuidamos la salud de los chilenos. Y si eso es así, se suspende lo que tiene que ver los niños en las escuelas, con los mall y también el plebiscito. Pero si se está dando libertad para unas cosas y reprimiendo otras, más bien parece un juego político que el resguardo de la salud de los chilenos.

¿Se ha resguardado de forma adecuada la salud de las personas hasta ahora?

Yo creo que la situación ha estado controlada. Pero el Gobierno se relajó, (parece ser) que hay una presión muy grande económica y que va a complicar las medidas sanitarias. Las últimas cifras no muestran un panorama auspicioso y ni que vayan a disminuir los indicadores.

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