El reciente desalojo de la toma del Cerro Chuño en la comuna de Arica, zona denominada de sacrificio medioambiental, ha dejado desprotegidos a cientos de niños, niñas y adolescentes, incluso muchos viviendo en la calle.

Como organización hemos estado velando por la protección de más de 200 niños, niñas y adolescentes provenientes de este sector antes, durante y después del desalojo en noviembre. Nos preocupa la situación de abandono en la que se encuentran las niñeces y sus familias, sin acceso a vivienda, alimentación, ni condiciones apropiadas para su óptimo desarrollo, careciendo de cualquier espacio seguro y amigable para la infancia.

Vulneración de derechos en desalojo del Cerro Chuño

El recurso de protección presentado por la Defensoría de la Niñez en contra del Ministerio de Desarrollo Social y Familia, la Seremi de Arica y Parinacota, la Subsecretaría de la Niñez, y la Delegada Presidencial de la región, da cuenta de por lo menos 300 niños, niñas y adolescentes que habitan dicho campamento, en su mayoría migrantes, a quienes se les ha vulnerado el derecho a la integridad física y psíquica, y el principio de igualdad y no discriminación.

Somos conscientes que los asentamientos precarios y tomas irregulares están fuera de la legislación chilena, sin embargo, se han vuelto una realidad a nivel país, con 1.290 campamentos a nivel nacional y albergando a cerca de 114 mil familias (Techo, 2023).

En ese sentido, creemos que el desalojo no incluyó un plan preventivo de actuación para prevenir las vulneraciones de los derechos fundamentales de las niñeces, y más aún, se llevó sin previo aviso a las familias, sin permitir que se reubicaran con tiempo en otros asentamientos. Tampoco se dispuso de albergues ni resguardos temporales, lo que ha provocado que muchas familias se desplacen hacia otros asentamientos irregulares, o algunas se encuentran en situación de calle.

Una solución de emergencia para las familias

Nuestra misión es velar por la protección de la niñez más vulnerable, por lo que desde el primer día del desalojo brindamos primeros auxilios psicológicos, actividades y talleres socioemocionales, educativos y de recreación para que los niños y niñas se sigan desarrollando en un espacio seguro y protector. Además, tuvimos que duplicar la entrega de alimentación y enseres, ampliar el horario de atención, y robustecer el equipo de profesionales con voluntarios.

Sin embargo, nuestras operaciones culminaron el 14 de diciembre y vemos con preocupación la situación de las niñeces desalojadas del Cerro Chuño, puesto que no existe una oferta por parte de las autoridades de gobierno. En vista que se avecinan las vacaciones de las escuelas, los cuidadores manifiestan con angustia que sus hijos e hijas no cuentan con un espacio seguro y protector, así como tampoco poseen los recursos para garantizar su alimentación y enseres de primera necesidad.

Creemos en la importancia de velar y resguardar los derechos de las niñeces, sin distinción de raza, nacionalidad, o lugar en el que habitan, y por eso, apelamos a que el Estado se haga parte de una solución de emergencia para brindar condiciones de cuidado, y protección a los NNA durante este periodo.

Instamos al gobierno y a las organizaciones multilaterales a formar una Mesa de Trabajo para estos fines. Nosotros, desde nuestra expertise en World Vision, nos ponemos a disposición del gobierno, estamos abiertos al diálogo con las autoridades y las instituciones interesadas, y a brindar recomendaciones técnicas para esta situación tan crítica para la niñez.