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Reforma en salud pública: ¿cómo mejorar la atención y motivar a los profesionales?

03 diciembre 2024 | 14:37

Chile necesita una reforma estructural en su sistema de salud. Por años, las políticas públicas han intentado mejorar la atención, pero el problema persiste: el sistema remunera la antigüedad, no el mérito; capacita sin medir el impacto y evalúa el desempeño como un trámite sin consecuencias reales. Esta desconexión afecta a los profesionales de la salud, y también a los millones de chilenos que dependen de un sistema que no siempre responde a sus necesidades.

Actualmente, el 90% de los salarios en salud son asignaciones fijas. Esto significa que un profesional con años de experiencia y alta productividad recibe casi lo mismo que otro que cumple con lo mínimo. Este modelo desincentiva el esfuerzo y perpetúa la mediocridad. Es necesario remunerar el desempeño, no el tiempo.

La solución a esta problemática pasa por incorporar un componente variable en las remuneraciones, ligado a indicadores claros y medibles: cantidad de cirugías, rotación de camas, resolución de listas de espera o satisfacción del usuario.

Además, si queremos un sistema eficiente, debemos premiar a quienes generan resultados concretos y de impacto. Los incentivos deben ser más que un bono ocasional. Necesitamos un modelo de evaluación que distinga entre quienes destacan y quienes necesitan mejorar. Esto no solo potenciará el talento, sino que enviará un mensaje claro: el esfuerzo y la excelencia son reconocidos y recompensados.

Otro componente esencial es la satisfacción del usuario como eje central. Esto implica medirla regularmente y usar esa información para ajustar las políticas y mejorar la calidad de la atención.

Lo mismo debe aplicarse a las capacitaciones que se realizan al personal de salud y a la que se destinan millones de pesos cada año. Estas deben tener un impacto real y evaluar si tienen un efecto en la productividad o en la calidad de la atención. La capacitación no puede ser un fin en sí misma; debe ser una herramienta para cerrar brechas y mejorar desempeños.

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Una ineludible reforma a la salud

Reformar y modernizar el sistema de salud no será fácil. Implica cambiar estructuras arraigadas, enfrentar resistencias y tomar decisiones audaces. Pero los beneficios son claros: un sistema más eficiente, profesionales más motivados y pacientes mejor atendidos.

Chile merece un sistema de salud que reconozca el talento, premie el esfuerzo y tenga como prioridad el bienestar de su población. Reformar no es una opción; es una necesidad ineludible. La salud pública debe transformarse para estar a la altura de las demandas del siglo XXI.