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Nuevo sistema de financiamiento universitario FES: ¿quitarle los patines a la clase media?

22 octubre 2024 | 10:34

La propuesta de reemplazar el CAE por el FES no solo revela una falta de visión a largo plazo, sino también una desconexión con las verdaderas necesidades de los estudiantes de clase media. Bajo el pretexto de aliviar el endeudamiento estudiantil, el Gobierno está implementando una política que, en la práctica, podría "quitarle los patines" a quienes más dependen de la educación para mejorar su situación socioeconómica.

El CAE, con todos sus defectos, ha sido una herramienta que permitió a miles de estudiantes de clase media acceder a la educación superior, algo que hasta hace unos años era un privilegio reservado para las élites. Ahora, con el nuevo sistema FES, nos enfrentamos a un escenario donde, lejos de resolver los problemas del endeudamiento, se castiga a las universidades e institutos profesionales al reducir su financiamiento. Esto afectará su autonomía, competitividad y, peor aún, su capacidad de ofrecer una educación de calidad.

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Diferencias estructurales

Asimismo, a diferencia de lo que algunos puedan pensar, este Financiamiento público para la Educación Superior (FES) no guarda similitud alguna con la propuesta de financiamiento del expresidente Piñera. Mientras que el Sistema de Financiamiento Solidario (SIFS) respetaba la autonomía universitaria y permitía el copago para evitar el desfinanciamiento, el FES impone un sistema de control estatal sobre el financiamiento, los aranceles y las vacantes, poniendo en riesgo la viabilidad financiera de las instituciones.

Esta diferencia estructural es crítica: el SIFS permitía el crecimiento de la cobertura manteniendo la diversidad y la libre elección, mientras que el FES desincentiva el trabajo formal y castiga a quienes estudiaron carreras más largas, generando una carga económica injusta y prolongada para los graduados.

Lo más grave de esta política es que se enfoca en una falsa promesa de gratuidad que no se sostiene en el tiempo. Rosa Devés, rectora de la Universidad de Chile, lo advirtió claramente: el impacto negativo en las universidades no será solo a largo plazo. ¿Cómo se pretende que instituciones que ya enfrentan restricciones presupuestarias absorban una reforma que no está acompañada de un plan financiero coherente?

FES: La clase media será la más perjudicada

Pensemos durante un segundo cómo le quitaremos los patines a la clase media. El fin del CAE y la implementación del FES condenan a los hijos de la clase media a un sistema de educación pública colapsado y sin recursos. Mientras tanto, los más privilegiados seguirán accediendo a universidades privadas con mayores posibilidades de financiamiento, perpetuando la segregación.

Las promesas de equidad y movilidad social se desmoronan cuando el Estado no ofrece una alternativa viable para compensar el vaciamiento financiero que sufrirán las universidades e institutos.

Al final, los estudiantes de clase media serán los más perjudicados. Les están vendiendo la ilusión de que la educación será más accesible, cuando en realidad están desmantelando los mecanismos que permiten a estos estudiantes financiar sus estudios. Esto los dejará atrapados en un sistema que no ofrece ni calidad ni oportunidades reales de progreso.

El gobierno está cometiendo un grave error al no prever las consecuencias estructurales de esta reforma. Lo que parece un avance, en realidad es un retroceso para quienes dependen de la educación para mejorar su vida. La clase media no solo perderá sus patines; perderá el acceso a un futuro mejor.