Porque cuando hablamos de la calidad de vida de los adultos mayores debemos afrontar un escenario que ya es evidente en Chile: para el año 2050 al menos el 30% de nuestra población tendrá 65 años o más.
El Virus Respiratorio Sincicial (VRS) es conocido principalmente por causar infecciones respiratorias severas en niños, especialmente menores de dos años. La reciente estrategia del Ministerio de Salud de Chile, incorporando un anticuerpo monoclonal al Programa Nacional de Inmunización (PNI), tuvo excelentes resultados en el grupo objetivo de recién nacidos y lactantes: ningún menor falleció por VRS y se registró un 95% menos de hospitalizaciones que en 2023.
Sin embargo, en los últimos años se ha reconocido el impacto significativo del VRS en la salud de los adultos, particularmente en los mayores de 60 años y aquellos con condiciones crónicas como enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), insuficiencia cardíaca o sistema inmunológico debilitado. En esta población, el VRS puede desencadenar infecciones graves que llevan a hospitalizaciones y, en algunos casos, a la muerte.
Primera vacuna contra el VRS en adultos mayores
Afortunadamente, en 2023 se aprobó la primera vacuna para prevenir el VRS en adultos, la que se encuentra disponible en Chile desde agosto de 2024, lo cual representa un avance crucial en la medicina preventiva. Este nuevo desarrollo es particularmente relevante en un contexto en el que las infecciones respiratorias se han convertido en una de las principales causas de morbilidad y mortalidad en personas mayores.
La vacuna, diseñada específicamente para adultos, actúa estimulando al sistema inmunológico a reconocer y combatir al VRS antes de que pueda causar daño. Estudios clínicos han demostrado una reducción significativa en la incidencia de infecciones graves por VRS, lo cual se traduce en menos hospitalizaciones y una menor carga sobre los sistemas de salud, especialmente durante los meses de invierno, cuando las infecciones respiratorias son más prevalentes.
Este avance es comparable al impacto de la vacuna contra la influenza, ya que ambos virus afectan de manera desproporcionada a los adultos mayores. Si bien aún queda mucho por investigar, la vacunación contra el VRS promete ser una herramienta poderosa para reducir la carga de las enfermedades respiratorias y mejorar la calidad de vida en la población adulta.
Chile envejece
Porque cuando hablamos de la calidad de vida de los adultos mayores debemos afrontar un escenario que ya es evidente en Chile: para el año 2050 al menos el 30% de nuestra población tendrá 65 años o más. Un envejecimiento poblacional que nos presenta grandes desafíos en diferentes aspectos, entre ellos, la salud de este grupo etario.
Abordar esta problemática, en este caso desde estrategias de salud pública, es un paso necesario, clave y contingente, más aún cuando la ciencia ha logrado importantes avances que le permiten a nuestros adultos mayores acceder a un mejor control de sus enfermedades y con ello mantenerse como actores relevantes y activos de la sociedad.
La más reciente crisis sanitaria que vivió Chile y el mundo producto del impacto del Covid-19, posicionó la inmunización preventiva como un eje sanitario clave, en el cual los adultos mayores volvieron a percibir la vacunación como una herramienta de gran impacto positivo en su salud, tal como lo fue durante su propia etapa infantil.
No perdamos ese activo. Con la implementación de políticas públicas adecuadas y sostenibles en el tiempo, una comunicación de riesgo focalizada y con la incorporación de nuevas tecnologías sanitarias, nuestros adultos pueden transitar hacia un mayor bienestar y una mejor salud.