Las elecciones municipales y de gobierno regionales de fines de mes provocarán notables efectos políticos, como ha sido la tónica desde el retorno a la democracia en 1990. En general, la fuerza política triunfadora en las elecciones municipales preanunciaba su victoria en las presidenciales del año siguiente. Esto mantuvo una cierta regularidad en tiempos del sistema binominal. Pero hoy no es tan claro.¿Por qué?

En primer lugar, porque el sistema binominal ha sido reemplazado por otro que permite mayor pluralidad pero a costa de una creciente fragmentación. De cara a las elecciones 2024, hay registrados más de una veintena de partidos. Todos quieren competir, en la lógica de que por baja que sea su votación, les da un margen de negociación, ya sea para las candidaturas parlamentarias como las presidenciales del próximo año.

En segundo término, algo acabamos de adelantar, porque en esta oportunidad, además de alcaldes y concejales, elegiremos por segunda vez a los gobernadores regionales. Cuatro años atrás, en el contexto de esa época, la derecha solo eligió un gobernador en todo el país: en la Araucanía. Es más que probable que hoy aumente, la pregunta es cuantos gobernadores elegirá y donde. Pero hay más razones para enredar los pronósticos en esta oportunidad.

Elecciones 2024: voto obligatorio y voto de extranjeros

A diferencia de la elección de cuatro años atrás, ahora el voto es obligatorio, lo que aumenta el caudal y con ello la incertidumbre. Para agregar más elementos novedosos de la próxima elección tenemos que tomar en cuenta el voto de los extranjeros. Según nuestro ordenamiento legal, los extranjeros avecindados más de 5 años pueden sufragar. En esta oportunidad, según datos del Servel, el total de votantes es de 15.459.377. De ellos, 786.470 son extranjeros. Las principales cuotas son las siguientes:

    Perú: 191.383
    Venezuela: 174.851
    Colombia: 95.407
    Haití: 76.481
    Bolivia: 67.979

En cuanto a localización, la comuna de Independencia en la Región Metropolitana tiene un 33% de votantes extranjeros, la de Santiago un 32% e Iquique un 17%. En suma, los votantes extranjeros están creciendo y se concentran en algunas comunas en particular.

Así las cosas, existen objetivas razones que nublan el próximo desenlace electoral. Veamos que podemos vislumbrar con los datos de hoy.

Quiénes ganan: partidos y alianzas

En primer lugar, en estas elecciones 2024 ganará el partido que obtenga más votación a nivel de concejales. Dado que tanto las elecciones de alcaldes como de gobernadores enfrentaran en su mayoría a coaliciones de partidos afines, será muy difícil medir a los partidos por las candidaturas unipersonales. No sucede lo mismo con la votación que obtengan los partidos en sus candidatos a concejales, esa votación les permite diferenciarse de sus socios de coalición y además medirse a nivel nacional. El partido que obtenga más concejales tendrá una gran fuerza negociadora para establecer pactos y alianzas, ya sea para elegir parlamentarios como para incidir en la designación de la candidatura presidencial el 2025.

Respecto a las alianzas, un indicador importante en estas elecciones 2024 será cuantas gobernaciones obtengan cada una de ellas. Es obvio que la oposición ganará más gobernaciones. Algunas encuestas regionales muestran que los republicanos captan el voto que ayer tuvo el Partido de la Gente y también a sectores desencantados de la UDI. Esto es notorio en el Norte Grande. Por cierto, los resultados de la región de Valparaíso y del Gran Concepción siempre son vitales por su importancia demográfica, cultural y económica.

Punto aparte son los municipios emblemáticos: qué pasará en Santiago Oriente será un fuerte indicador para la derecha. Para el Frente Amplio ocurrirá algo parecido con Maipú, Pedro Aguirre Cerda y Viña del Mar, de donde puede emerger una nueva camada dirigente, que refuerce a la surgida de las movilizaciones estudiantiles. Santiago será siempre un municipio emblemático. Para el Partido Comunista conservar Santiago y Recoleta en especial, sería un gran logro.

Región Metropolitana

Cerramos estas notas con el caso de la región Metropolitana, donde vota más de un tercio del padrón nacional. El actual gobernador ganó cuatro años atrás en segunda vuelta a Karina Oliva, en esa época, líder del partido Comunes (hoy extinto) que contaba con el apoyo de todo el Frente Amplio y el PC. Era época del voto voluntario: Orrego obtuvo 785.023 votos, por sobre los 655.776 de Oliva. Votaron en la primera vuelta 2.658.405, y en segunda esa cifra bajó a cerca de un millón y medio de personas. Agreguemos que el padrón registraba a más de 5.800.000 votantes habilitados. O sea, votó menos de un tercio.

En suma, cuatro años atrás, la derecha no pasó a segunda vuelta. El contexto era la previa a las presidenciales, el final de la administración Piñera II y la emergencia de los republicanos como competencia a Chile Vamos, Rojo Edwards fue su candidato en la RM.

La última medición electoral en la RM fue la votación para el plebiscito constitucional del 2023. Recordemos que surgió del rotundo triunfo del partido republicano en la elección de consejeros constitucionales para el segundo esfuerzo. En esta ocasión ya estábamos en tiempos del voto obligatorio, el padrón alcanzó 5.950.689 votantes. Los votos válidos sumaron poco más de los 4.800.000.

En esta oportunidad el rechazo a la propuesta de los republicanos sumo 2.824.213 votos versus 1.976.486. Dos datos interesantes que vale recordar: la opción A favor obtuvo un 68% en la comuna de Las Condes. Al contrario, en Providencia ganó la opción En Contra con un 51% frente el 48% que aprobaba.

Elecciones 2024: Conclusiones finales

Solo válidas para la RM, pero con consecuencias para el panorama político nacional.

    – En primer término, existe una masa de votantes que fluctúa, pareciera que rechaza opciones extremas, aunque estas no sean menores. Es obvio que una parte de los votantes de Orrego en la segunda vuelta cuatro años atrás lo hicieron para evitar el gobierno de Comunes, y al revés, que el partido republicano no fue capaz de hegemonizar en el plebiscito del 2023.
    – Según la encuesta de Panel Ciudadano de fines de agosto 2024, Claudio Orrego obtendría arriba del 40% de los votos y se impondría con facilidad frente a cualquiera que lo desafiara en segunda vuelta. Esta vez concurren 8 candidatos, la novedad es el Partido Social Cristiano, de orientación evangélica conservadora. Todo pareciera que el viento favorece al actual gobernador. Ojo, si logra una cifra considerable de adhesión (digamos más de dos millones de votos) se transformaría de inmediato en un posible presidenciable. Frente a la proliferación de agendas personales, se demostraría que no bastan con las ganas. ¿Cuántas divisiones tendría el gobernador? Hartas, varios cuerpos de ejército en realidad. No solo serían fríos números, también demostraría que su liderazgo puede atravesar tendencias, partidos y también penetrar en el electorado indeciso. La pregunta es cuán conocido es el gobernador en el resto del país. Buen tema para la noche del escrutinio.
    – Finalmente, una constatación, en el sistema político surgido en 1990, los presidenciables surgían del gabinete o del Senado. A la fecha, en el oficialismo el presidente tiene una cuota importante de aprobación, pero que no se trasmite ni a su gobierno ni a su coalición. En el gabinete hasta la fecha nadie asoma. En el Senado pareciera que aún no se han bajado todas las cartas. Ojo, en nuestro pasado reciente, quizás por la crítica a las elites (los “políticos” como un candidato los llamaba), surgieron candidaturas desde los municipios, el más llamativo fue Joaquín Lavín, y más recientemente, Daniel Jadue.