A pesar de las solicitudes de revisión por la propia comisión de Hacienda de la Cámara, a la fecha no conocemos la desagregación de la evasión ni en qué segmentos se genera. Esta cuestión, que obliga a votar el proyecto que avanza en el Senado sin una información clave, evidencia el distanciamiento de lo técnico en la definición de las políticas públicas y pone un signo de interrogación respecto a la efectividad de la reforma y su impacto en las finanzas públicas.

La reforma de 2014

La reforma tributaria del año 2014 bajo el Gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet, propuso cambios significativos al sistema tributario chileno, bajo un diagnóstico y preceptos, que el tiempo ha demostrado fueron mal concebidos y no tuvieron impacto significativo en la recaudación fiscal.

De 3 puntos del PIB que el proyecto buscaba recaudar, no se logró llegar a 1,5%. Por otra parte, de crecer a 5% promedio antes del año 2014, posteriormente el país se vio inmerso en un ciclo de débil crecimiento cercano al 2%, con el consecuentemente estancamiento en el ingreso per cápita y debilitamiento del mercado laboral.

Ante la falta de crecimiento posterior al año 2014 lo único que creció fue la deuda pública, que de 15,1% en 2014 subió a 41,6% del PIB en 2024. Lo anterior demuestra que el costo de malas políticas públicas finalmente no es neutral para el país: endeudarse no es gratis. Las últimas cifras indican que los gastos por intereses de la deuda pública representan 1,2% del PIB (valor similar a lo que propone recaudar el proyecto de cumplimiento tributario que avanza en el Senado), dicho gasto financiero se ha más que duplicado en los últimos 10 años.

El problema de la integración del sistema tributario

Bajo un cuestionable diagnóstico de la reforma 2014 se dijo que en Chile la integración del sistema tributario era el gran problema de la baja recaudación fiscal. No obstante, integrar o desintegrar el sistema de impuesto a la renta, no es el dilema. Según los propios antecedentes de Hacienda 2024, en el informe financiero del pacto fiscal, no mueve la aguja significativamente, y, por tanto, no es el gran obstáculo de la baja recaudación de impuestos del país que se encuentra estancada respecto al PIB en la última década.

El impacto de este negativo cambio a nuestro sistema tributario focalizado en los impuestos corporativos fue estimado 10 años después por la Comisión de economistas que estudió el impacto del crecimiento en la recaudación fiscal. Esta concluyó que el aumentar estos impuestos en casi 10 puntos en un período de 12 años le costó al país 8 puntos del PIB, casi 25.000 millones de dólares, un punto de crecimiento promedio que hoy nos pasa la cuenta en momentos en que el país requiere volver a crecer.

Evasión: El diagnóstico de la reforma es el punto negro

Pero al proyecto de cumplimiento tributario, paradójicamente se le dio prioridad por sobre el proyecto de incentivo a la inversión y el crecimiento, y se avanzó en base en una comisión técnica que en 10 días propuso cambios estructurales a nuestro sistema tributario, que debieran ser fruto de una discusión más amplia.

Así las cosas, la situación del actual proyecto de cumplimiento tributario 2024, no es distinta a lo ocurrido 10 años atrás. Las experiencias pasadas debieran tomarse en cuenta para mejorar. Sin embargo, nuevamente el diagnóstico de la reforma es el punto negro, debilitando la base que permite definir medidas eficientes contra el combate a la evasión que permitan fortalecer la alicaída recaudación fiscal estancada en los últimos 10 años.

Entre tanto, para justificar el actual proyecto de Cumplimiento Tributario, se dijo que la evasión de impuesto renta era cerca de 50%, argumento falso que le resta credibilidad a la expectativa de recaudación con efecto deficitario en gastos permanentes. Solo basta considerar que, si la evasión de renta en las empresas fuera 50% no necesitaríamos ninguna reforma tributaria, sino atacar el forado de la recaudación fiscal que a todas luces se encuentra en la economía sumergida que contiene la informalidad en los negocios.

Riesgos de la Reforma Tributaria 2024

El diagnóstico de la evasión que debió ser la base para determinar las medidas contra la evasión, fue cuestionado entre otros por el actual Director Subrogante del Servicio de Impuestos Internos, Javier Etcheberry, por el CEP y el Colegio de Contadores.

A pesar de las solicitudes de revisión por la propia comisión de Hacienda de la Cámara, a la fecha no conocemos la desagregación de la evasión ni en qué segmentos se genera. Esta cuestión, que obliga a votar el proyecto que avanza en el Senado sin una información clave, evidencia el distanciamiento de lo técnico en la definición de las políticas públicas y pone un signo de interrogación respecto a la efectividad de la reforma y su impacto en las finanzas públicas.

Sin un diagnóstico confiable de la evasión y medidas de combate a este fenómeno alineadas con dicho diagnóstico, existe un mayor riesgo de no cumplir la meta de recaudación fiscal, repetir los mismos problemas de reformas tributarias anteriores, comprometiendo gasto bajo un escenario de estrechez fiscal y con un bajo crecimiento económico que podría generar un mayor deterioro en la sostenibilidad fiscal, que ya presenta unas dificultades según el CFA.

Pero, no es solo el diagnóstico de la evasión el que está cuestionado, también la cifra a recaudar en el proyecto de Cumplimiento Tributario, que Hacienda estima en 1,5% del PIB y que genera serias dudas en organismos técnicos y economistas. El FMI basándose en la experiencia de reformas en otros países, ha dicho que bajo un escenario realista el proyecto de cumplimiento tributario no recaudaría más de 0,5% del PIB, un tercio de lo que propone Hacienda. El mismo CFA propuso que SII realizará un análisis detallado y transparente del potencial recaudador basado en experiencia de reformas tributarias anteriores, el cual no fue considerado en el proyecto.

comillas
En momentos que el Congreso tiene la misión de evaluar la bondad y méritos del proyecto, bien cabe preguntarse si ¿se cumple la misión del mismo que se debe enmarcar en un verdadero pacto por el crecimiento, progreso social y la responsabilidad fiscal?, o estamos en riesgo de cometer los mismos errores de hace 10 años atrás, cuando se prometió crecimiento, mayor recaudación y progreso social, con resultados que claramente no llegaron y cuyas consecuencias el país hoy vive.
- Juan Alberto Pizarro