No perdemos de vista los enormes desafíos que tenemos por delante. Las crisis que hemos enfrentado y los obstáculos que se siguen manifestando constituyen alertas que afrontamos con decisión, y también con la humildad que impone la implementación de una política pública colosal como esta.
La Agencia de Calidad de la Educación acaba de presentar un estudio que refuerza las buenas noticias que anunciamos en marzo en el marco de la entrega de los resultados del Simce 2023, donde los establecimientos administrados por Servicios Locales de Educación Pública (SLEP) subieron sus puntajes, en promedio, en todas las asignaturas y niveles.
Simce antes y después de la reforma
Esta reciente investigación analiza los resultados Simce en un período más amplio, desde 2015 a 2023, es decir, antes y después de la reforma, comparando el desempeño de los establecimientos de los 11 SLEP en régimen hasta el año pasado, y aquellos bajo administración municipal o particular subvencionada.
Sus conclusiones vuelven a reconocer mejoras importantes en los aprendizajes de las y los estudiantes que forman parte del Sistema de Educación Pública, notándose efectos positivos y significativos en el desempeño de los establecimientos dependientes de los Servicios Locales.
Mantengo la invitación que hice en marzo a evaluar estos resultados con prudencia, pero también invito a reconocer el enorme valor que tienen en la acumulación de evidencia respecto al mejoramiento educativo que acompaña el avance de la Educación Pública.
Ese fue también el reconocimiento que hizo el Consejo de Evaluación en su informe anual publicado en abril, y en ese mismo registro se inscriben las recomendaciones de la Comisión Especial Investigadora de la Cámara de Diputadas y Diputados, que celebró su última sesión hace una semana.
Los SLEP y el proceso de la reforma
Todos estos antecedentes hablan de la seriedad con que los Servicios Locales están protagonizando esta trascendental reforma, ofreciendo un acompañamiento pedagógico continuo e integral, atento a las necesidades de cada comunidad, y potenciando de manera equilibrada sus fortalezas para avanzar en aprendizajes, asistencia y en el robustecimiento de políticas como la Reactivación Educativa.
En estos resultados se expresa el acierto con que se han ejecutado programas educativos innovadores, estableciendo redes de colaboración para el aprendizaje mutuo entre SLEP, el fomento a la participación de las comunidades y la realización de más de 9.000 sesiones de asesoría técnica a establecimientos educacionales de todo el país.
Esto también es reflejo del enorme esfuerzo que significó la evaluación de 5 mil procesos de acompañamiento entre Servicios Locales y escuelas, en un trabajo que nos enorgullece por su carácter inédito, pero que también expresa nuestro compromiso con que la Educación Pública sea sinónimo de calidad, inclusión y justicia.
Saludo que también veamos aquí materializado el enorme aporte que realiza el Sistema de Aseguramiento de la Calidad, garantizando una educación que sea un mecanismo eficaz de integración y ofrezca oportunidades reales para todas y todos los estudiantes del país. Su mirada experta, puesta al servicio de un acompañamiento para la mejora, es una muestra de lo que una evaluación integral y bien enfocada puede lograr, transformando a las comunidades educativas en beneficio de sus estudiantes.
Enormes desafíos por delante en materia educacional
Pero quizás lo más importante es que estos resultados vienen a robustecer la confianza en la ruta que hoy transitamos, y que debemos seguir cultivando como un bien esencial para la consolidación del Sistema de Educación Pública.
No perdemos de vista los enormes desafíos que tenemos por delante. Las crisis que hemos enfrentado y los obstáculos que se siguen manifestando constituyen alertas que afrontamos con decisión, y también con la humildad que impone la implementación de una política pública colosal como esta. Esa es la disposición con que continuamos trabajando a diario y ese es el horizonte al que apunta el proyecto que se discute en el Congreso Nacional y que esperamos ver prontamente convertido en ley.
Las buenas noticias que hoy celebramos son expresión de la responsabilidad con que hemos conducido este proceso, atendiendo a la evidencia, escuchando a los expertos, y pensando siempre en el progreso de nuestra educación. Como hemos señalado en otras oportunidades, el reconocimiento de lo que nos falta no nos puede llevar a desconocer lo que hemos hecho bien.
Seguiremos trabajando para que las buenas noticias que nos da la Educación Pública sean la marca distintiva ya no de una reforma, sino de una política de Estado comprometida con la construcción de un mejor futuro para las niñas, niños, jóvenes y adultos que habitan nuestro país.