-
Voy a contarles la vida
de Hermosilla dos hermanos
a uno lo mentaban “Malo”,
“Bueno” al otro le decían.
Juan Pablo al Bueno llamaban
quien contra curas pleiteaba
miserables pedofilos
que abusaban de los niños
y a la cárcel los fletaba.
Don Nurieldín Hermosilla
de ambos el progenitor
comunista agitador
un día cambió de silla
y se volvió penalista
de los platudos señores
contra los trabajadores,
y coleccionaba objetos,
libros, esquelas y textos
de Neruda y sus amores.
Luis el Malo era hombre fuerte
compinche de magistrados
en las tripas del Estado
violando constantemente
las leyes como demente
con tal de agarrar mil palos
y la gran vida a dos manos.
Pero le cayó la teja
y al ir a dar tras las rejas
pidió socorro a su hermano.
Y el Bueno subió al estrado
mandó callar a la jueza
y disparó a la cabeza
de Boric y su tinglado
que al Malo habían atacado.
Aguardemos el próximo acto
cuando el Malo rompa el pacto
y salgan a circular
cientos de miles de whatsapp
y pillastres caigan hartos.
A esta altura me pregunto
qué es lo que va a acontecer
en las cloacas del poder,
si acaso seguirán juntos
el Bueno y el Malo. Barrunto
que un día volará el ave
que estos entuertos aclare
mientras en fina prisión
descansa y juega pimpón
el Malo en Capitán Yáber.