Tal como -bien dice- el refrán: "A veces el camino correcto no es el más fácil".

Dentro de dos semanas se votará en general y en particular el nuevo retiro de fondos de pensiones, que se tramitará en la Comisión de Constitución de la Cámara de Diputados. Muchos expertos, y en general personas con sentido común, lo han calificado como “uno de los peores proyectos” que se pueden estar discutiendo en el Congreso, debido a que su aprobación acarrearía (nuevamente) efectos negativos en el corto y largo plazo, tal como sucedió con los retiros anteriores.

“Cantinfleo y Populismo”

Estos efectos son fruto del populismo exacerbado de quienes solo buscan el clamor popular para afianzarse en el poder, sin tomar en cuenta el enorme daño que esto le causó a todos los chilenos.

Hoy seguimos pagando los costos de esta medida que fue aprobada por los parlamentarios entre los años 2020 y 2021. Recordar esto es imprescindible en la nueva discusión que están fraguando aquellos que no tienen nada más que ofrecer al país que “Cantinfleo y Populismo”, sin importarles los impactos que esto nos traerá a futuro, especialmente en las pensiones.

1. Inflación:

El efecto macroeconómico más importante que generaron los retiros fue (y sigue siendo) la fuerte y persistente alza de la inflación.

¿Qué significó esto en la práctica? El aumento generalizado de los precios de bienes y servicios, encareciendo los costos de vida (como alimentos, servicios básicos, transporte, vivienda, colegios, telefonía, entre otros.). Esta alza impacta especialmente a los hogares con menores ingresos y a los más vulnerables del país, quienes generalmente mantienen relaciones laborales informales, por tanto, no cotizan ni pudieron acceder a los “beneficios” de los retiros anteriores.

De acuerdo con estimaciones del Banco Central, un nuevo retiro podría elevar ampliamente el tipo de cambio a más de $1.000 y causar nuevas alzas en la inflación, superando incluso el anterior pico del 14% y comprometiendo nuevamente la meta inflacionaria, que ya viene afectada por el descongelamiento de las tarifas eléctricas.

2. Debilitamiento del mercado de capitales:

Aumento en el costo de financiamiento de todo tipo de crédito, especialmente los destinados a la compra de viviendas, debido al debilitamiento del mercado de capitales.

¿Qué significó esto? Que los ingresos necesarios para solicitar un crédito hipotecario se han disparado, impactando directamente la demanda de estos créditos y la compra de viviendas. Esto ha perjudicado especialmente a los jóvenes y a las nuevas familias, quienes se han visto impedidos de acceder a créditos para una la casa propia, condenándolos a mantener arriendos eternos, estar de allegados o vivir en la vivienda de familiares.

Por ejemplo, si en el año 2019, uno quería acceder a una vivienda de 4.000 UF, se necesitaban aproximadamente 350.000 pesos mensuales para cubrir el crédito hipotecario, hoy se requieren unos 712.000 pesos para el mismo crédito, necesitando un ingreso promedio de un millón y medio de pesos a casi tres millones para acceder a este tipo de vivienda. ¡Qué gustito se dieron esos parlamentarios a costa de las nuevas generaciones!

3. Pérdida de ahorro en los fondos de pensiones:

Se ha estimado que, de no haberse permitido los retiros anteriores, quienes se jubilaron podrían haber tenido pensiones un 27% mayores de lo que actualmente están obteniendo, perdiendo lo que con tanto esfuerzo acumularon en los últimos 10 años.

Esto se debió a que los sucesivos retiros provocaron que las personas con ingresos medios y bajos tuvieran menos ahorros disponibles. Así, de prosperar otro retiro, nuevamente se perjudicaría no solo a quienes deciden retirar, sino también a quienes no lo hacen o no tienen nada que retirar. Con la mayor inflación que esto provocaría, el fisco además debería asumir el aumento del costo que implica financiar la Pensión Garantizada Universal.

Como conclusión final, debemos tener claro que la única manera de generar mayores ingresos y crear más empleo con mejores sueldos, es mediante el desarrollo sostenible de la economía, con reglas claras que generen confianza a largo plazo. Tal como -bien dice- el refrán: “A veces el camino correcto no es el más fácil”.