Dado lo anterior, hablemos de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC). Una enfermedad que afecta las vías respiratorias, desencadenada principalmente por haber fumado tabaco, produciendo la inflamación del pulmón y como consecuencia generando dificultad respiratoria, tos y flema.
Las personas que padecen esta enfermedad crónica pueden además tener problemas en el corazón, presión alta, colesterol elevado y/o padecer diabetes, es decir, una serie de condiciones concomitantes.
Al abordar las causas que producen la EPOC en una persona, hay factores genéticos que también predisponen, pero de los cuales no sabemos mucho. No obstante, sí reconocemos que su causa principal es el tabaquismo. Y si bien no hay una asociación exacta entre cuánto se fuma y la aparición de la EPOC, sí podemos decir que se puede fumar muy poco y desarrollar una enfermedad severa, o se puede fumar mucho y no desarrollarla.
Chile fuma y fuma mucho
Es trágico saber que Chile lidera el ranking como el país latinoamericano que más fuma, de acuerdo con lo reportado por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
A nivel global, con más de 1.300 millones de consumidores de tabaco en todo el mundo y 8 millones de personas fallecidas cada año, las políticas públicas contra el tabaco deben estar dirigidas a disminuir su consumo. Cifras alarmantes y que, lamentablemente, no son una excepción en Chile.
De hecho, la Encuesta Nacional de Salud (2016-2017) muestra una prevalencia de consumo de tabaco en Chile de 32,5% y un promedio de 10 años de vida potencialmente perdidos (AVPP) por persona como consecuencia del acto de fumar.
Una encuesta que entrega un desalentador panorama en la relación que existe entre el tabaquismo y la EPOC en Chile: más de 60 mil personas enferman de la EPOC cada año, con una prevalencia que oscila entre el 15% y 20%. Más de 5.000 muertes anuales atribuibles al consumo de tabaco, generando costos sobre los 320 mil millones de pesos, año tras año, debido a la enfermedad pulmonar obstructiva crónica.
Invierno en Chile: la tormenta perfecta
La temporada de invierno en Chile presenta una serie de condiciones lamentablemente perfectas que atentan contra el paciente con EPOC: mucho frío y cambios de temperatura; una mayor cantidad de virus respiratorios circulando en la comunidad, como influenza y virus sincicial respiratorio; y una mayor contaminación ambiental.
Todo lo anterior, sumado a un mal control y tratamiento inadecuado de la enfermedad, favorece las exacerbaciones o agudizaciones en una persona con EPOC. Es decir, el paciente podría presentar más fatiga, más tos y más dificultad para respirar, pudiendo requerir hospitalización. Y, lamentablemente, los ingresos hospitalarios por EPOC a su vez tienen una asociación muy alta con la mortalidad, especialmente producida por eventos cardiovasculares, como ataques al corazón y accidente cerebrovascular.
La EPOC sí se puede tratar
Pese a lo anterior, es muy importante señalar que la EPOC es una condición tratable y que es parcialmente reversible por lo que resulta fundamental diagnosticarla precozmente mediante una espirometría, examen que consiste en la medición de la capacidad que tienen los pulmones.
Esto permite llegar a un diagnóstico para después poder tratar esta enfermedad con medicamentos altamente efectivos, que pueden mejorar la función pulmonar y que pueden reducir las agudizaciones de la EPOC.
Junto al tratamiento farmacológico, el paciente debe someterse a una serie de intervenciones que permitan mantener una mejor calidad de vida. La primera y más obvia: dejar de fumar.
Además, así como se hace en pediatría con los niños, nosotros los neumólogos, con los pacientes adultos, debemos poner énfasis en la importancia de la vacunación en esta etapa de la vida. Actualmente, tenemos vacunas altamente efectivas, que logran prevenir condiciones que pueden causar las agudizaciones de la EPOC, como las infecciones virales y bacterianas.
Adelantarse al consumo
Los esfuerzos a nivel global por contrarrestar el alto grado de tabaquismo en la población existen y apuntan a la restricción en la venta a los menores de edad, la prohibición total de publicidad, limitar los espacios de fumadores, aumento del precio e impuesto al tabaco, buscando con ello hacer su consumo menos asequible.
Pero siendo el tabaquismo la principal causa prevenible de muerte y enfermedad a nivel mundial, urge frenar el consumo de tabaco en la etapa inicial del fumador y lograr que el paciente EPOC de origen tabáquico deje de fumar.
Es por esto por lo que las políticas públicas que se desarrollen deben contemplar acciones clave como el diagnóstico de la manera más oportuna posible -independiente de la etapa de la EPOC- junto con ofrecer a los pacientes diversas medidas, como apoyo en la cesación tabáquica, vacunaciones contra agentes respiratorios, tratamiento broncodilatador, promoción de la actividad física e incluso rehabilitación respiratoria.
Pero la estrategia no solo debe consistir en frenar el consumo del tabaco en quienes ya lo iniciaron o suprimir en pacientes con una EPOC ya avanzada. Tampoco es suficiente descansar en acciones y medidas farmacológicas. Este descomunal consumo presente en Chile requiere adelantarse a la primera exposición, fortaleciendo la educación sanitaria en niños y poblaciones de riesgo, establecer acciones orientadoras y de acompañamiento desde la Atención Primaria de Salud y hacer visible la existencia de la EPOC como una enfermedad crónica, que si bien es tratable, puede ser prevenida.