En el Día Mundial del Medio Ambiente, el lema “Nuestras tierras. Nuestro futuro” nos recuerda que todos los ecosistemas del mundo están en peligro. La región del Biobío no es una excepción; además de enfrentar una crisis económica e inseguridad social, nos preocupa la falta de acción concreta para abordar estos problemas.
La región del Biobío, con su patrimonio natural único y estatus de hotspot mundial, concentra una gran biodiversidad que está en constante amenaza. Su vasta cuenca hidrográfica, el río Biobío, sustenta el asentamiento y la subsistencia de ciudades y sectores productivos, pero enfrenta una vulnerabilidad constante debido al estrés hídrico basal.
Progreso y conservación
La reconciliación entre el sector productivo y el medio ambiente es posible si implementamos mecanismos de sostenibilidad.
En primer lugar, es crucial cambiar la matriz energética, pasando de combustibles fósiles a energías limpias, contribuyendo así a la descarbonización. Para ello, necesitamos una mayor regulación en las instalaciones energéticas para que respeten las formas de vida de las comunidades cercanas.
En segundo lugar, debemos manejar y consumir el agua de manera responsable, abarcando desde el riego y saneamiento hasta el uso industrial, permitiendo el reúso y/o retorno del recurso a sus compartimentos ambientales.
En tercer lugar, es esencial valorizar los residuos domiciliarios e industriales, transformándolos en energías, compostajes y promoviendo la economía circular, lo que también fortalece nuestra economía local.
Planificación y una política regional ambiental
La planificación territorial es clave para ordenar tanto las ciudades como las zonas rurales, que suelen ser las más afectadas por la falta de instrumentos de ordenamiento.
Los desafíos son grandes y urgentes, pero con voluntad y trabajo colaborativo, podemos desarrollar una política regional ambiental que nos proporcione una hoja de ruta. Esta política debe potenciar nuestros espacios naturales a través del turismo y fomentar el uso, cuidado y disfrute de nuestra naturaleza.
La región del Biobío tiene el potencial de ser un ejemplo de sostenibilidad y resiliencia. Actuemos juntos para asegurar que nuestras tierras y nuestro futuro estén protegidos y florezcan.