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Columna: "Mujeres empoderadas que no favorecen al feminismo"

09 marzo 2024 | 06:30

Se trata por cierto de un grupo ínfimo en comparación con la lista interminable de los varones que a lo largo de la historia de Chile han defraudado, y siguen defraudando hasta hoy, la fe pública y las arcas fiscales de nuestro país.

Con el cartel que exhibió ante el público del Festival, la alcaldesa de Viña, Macarena Ripamonti, de Revolución Democrática, pretendió hacernos creer que ella no tenía responsabilidad alguna por la quema de viviendas y la muerte de vecinos y vecinas de su comuna bajo las llamas y el humo de los incendios.

A tenor de su letrero, los únicos culpables serían los parlamentarios y gobernantes por no haber dictado una ley:

LEY DE
INCENDIOS
¡AHORA!

Y al abogado que presentó la primera querella absolutamente legítima en su contra en nombre de la familia de una de las víctimas mortales, Ripamonti lo acusó de “impúdico e inhumano”, y de “armar una polémica de corte político”.

En octubre de 2022, el Senapred, Sistema Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres, ofició a los municipios para que elaboraran planes comunales de emergencia.

Pero al cabo de largas esperas y tortuosas tramitaciones, que incluyeron la anulación por plagio de un primer proyecto, al momento de los incendios la Municipalidad de Viña del Mar carecía de un plan de emergencia adecuado, y tampoco tenía un plan vigente de evacuación ante incendios que fuese conocido por los vecinos.

Los cortafuegos y el desmalezamiento requeridos por CONAF eran prácticamente inexistentes y las víctimas fallecieron por no saber hacia dónde escapar.

Me pregunto: ¿Dormirá tranquila Maca Ripa, como se hacía llamar la actual alcaldesa en sus tiempos de DJ y animadora de fiestas, ante la muerte de más de 130 vecinos desamparados de su comuna? Al parecer, el tema no le quita el sueño.

En la formidable ola feminista que en las últimas décadas ha aportado a nuestra sociedad un impulso renovador y refrescante, se ha colado un puñado de dinámicas activistas dotadas de una autoestima a toda prueba, como la alcaldesa Ripamonti.

Estas activistas defienden sus actos a pie juntillas, sin atisbos de autocrítica ni deseos de aprender de los errores propios para mejorar, como suele hacer con modestia el presidente Boric cada vez que mete la pata.

Afortunadamente, una breve lista negativa

Algunas integrantes de esta categoría se han ingeniado para acumular de un paraguazo, partiendo de la nada, fortunas con muchos ceros, mientras transitan por el filo del Código Penal y defienden tenazmente su inocencia ante la Contraloría, la Fiscalía y los tribunales.

Se trata de un conjunto reducido de mujeres muy activas, algunas particularmente jóvenes, que por fortuna no arrojan sombra sobre la creciente muchedumbre de aquellas que, contra vientos y mareas, se han destacado por su carisma y sentido visionario, como nuestra ex presidenta, una alcaldesa que aspira a serlo, y la pléyade de abnegadas ministras, senadoras, diputadas, alcaldesas y concejalas, rectoras y académicas de universidades, docentes de todo nivel, escritoras, empresarias y líderes de los gremios patronales.

En la lista negativa, afortunadamente breve, figura en forma destacada, cómo no, Cathy Barriga, talentosa bailarina y animadora de alegres programas de TV, hoy bajo arresto domiciliario con piscina por la volatilización de la friolera de 31.000 millones de pesos cuando ejercía como alcaldesa de Maipú.

Tampoco puede faltar en la lista Karina Oliva, impetuosa excandidata sin éxito a gobernadora de la RM y a senadora, de cuyos supuestos gastos electorales de 137 millones –cifra superior a la declarada por Piñera en su primera campaña presidencial– no ha presentado una rendición satisfactoria.

Mientras la Fiscalía y el Servel siguen escudriñando sus cuentas con la esperanza de recuperar aunque sea una parte del dinero, Karina, expulsada del partido Comunes, se declara víctima de una persecución, defiende su inocencia sin arrugarse y promete seguir en política.

En la lista no puede estar ausente la fallida candidata a alcaldesa de Concepción en cupo de Comunes, y a diputada por el Partido Radical, la influencer Camila Polizzi, en arresto domiciliario desde noviembre por el llamado Caso Lencería.

Camila, otrora modelo, arrendó la fundación En Ti para adjudicarse un proyecto por 250 millones de pesos de fondos fiscales que fueron a dar de rebote a la fundación Capital Social, dineros con los que hizo compras en diversas tiendas, incluso de lencería, de ahí el pintoresco nombre del caso.

En enero pasado, desde el domicilio en que cumple su arresto junto a la piscina, Camila abrió una cuenta en la plataforma Arsmate, la aplicación chilena de contenidos privados, en la que cobra 24 dólares por sesión. En apenas diez días habría recibido de sus clientes quince millones de pesos.

Se suma a esta lista la exembajadora Susana Herrera. La arquitecta de Concepción había fracasado como candidata a la convención constitucional y a diputada, y fue premiada por el presidente Boric con la neurálgica embajada en el Reino Unido, apoyada por la Federación Regionalista Verde Social (FRVS), a pesar de tener cero experiencia diplomática.

En papel con membrete de la Embajada, Susana Herrera presentó desde Londres una solicitud de cinco millones de dólares a la Gobernación del Biobío para un supuesto proyecto de mercado maderero post-incendios en Santa Juana.

La empeñosa embajadora aseguraba contar con el apoyo del rey Carlos III y su fundación Circular Bioeconomy Alliance, algo que ni el rey ni la fundación han mencionado jamás, así como de uno de los principales estudios de arquitectos del Reino Unido.

Destituida de su cargo diplomático debido a estos hechos, Susana Herrera presentó una insólita demanda contra el fisco chileno, en la que exige una indemnización de 190 millones de pesos por una supuesta “afectación a su integridad física y psíquica” y una “vulneración a sus derechos fundamentales”, además de disculpas públicas por parte de la Cancillería.

8M: Indispensable presencia visionaria

Por fortuna, este 8 de Marzo, en las calles, plazas, campos y caminos de Chile, y en las redes, con el apoyo aplastante del conjunto de nuestra sociedad por sobre las diferencias de género, las mujeres chilenas reafirman su indispensable presencia visionaria y creadora en estos tiempos de crisis planetaria.

En cuanto a las mujeres complicadas cuyo vehemente liderazgo hemos criticado, se trata por cierto de un grupo ínfimo en comparación con la lista interminable de los varones que a lo largo de la historia de Chile han defraudado, y siguen defraudando hasta hoy, la fe pública y las arcas fiscales de nuestro país.