Las expectativas eran altas. Se trataba quizás de una de las parrillas artísticas más atractivas de la historia de festival que revoluciona la ciudad de Concepción y atrae a miles de fanáticos del país. Las condiciones climatológicas advertían lluvias y fuertes vientos ya a un par de días de la gran cita. Pero todos asumimos que eso, en ningún caso, sería impedimento para que se concretara la octava edición del REC. Es más, en el público local y visitantes, en la organización, e incluso en los propios artistas, el espíritu fue adaptarse y vivir la experiencia con o sin lluvia, hacerse de un par de botas de agua y capas impermeables… actitud rockera, actitud punk si usted prefiere, o actitud chilena, sencillamente.
Por motivos técnicos finalmente el panorama cambió en la primera jornada del evento: el escenario principal instalado en el parque Bicentenario no podía utilizarse, equipos mojados por las precipitaciones y las fuertes ráfagas de viento que a ratos superaron los 70 km/h, fueron factores de alto riesgo y por tanto, determinantes en la decisión.
La contingencia hizo que el sábado 28 de octubre se postergara el inicio del show, se reagendaran y reprogramaran algunas presentaciones y otras se comprometieran para la próxima edición. En tanto, en la costanera del río, el teatro Biobío se dispuso para albergar todo lo que pudiera adaptarse al nuevo escenario, con miles de personas haciendo fila bajo la lluvia con la esperanza de poder entrar al recinto. Algunos lo lograron, otros no, y reclamaron con justa razón por la falta de información para evitar esperas que no llegaron nada: puertas del teatro cerradas.
En los pasillos al interior del recinto, la energía de las y los trabajadores de la producción del evento era una mezcla de incertidumbre, algo de ansiedad, pero también de compromiso por sacar adelante la jornada. Había que tomar decisiones sobre la marcha pero siempre con la posibilidad de cambiarlas si fuera preciso. Hubo errores y aciertos, claro está. Todo se flexibilizaba a fin de reducir o evitar más inconvenientes, tanto para artistas como para el público ansioso que esperaba bajo la lluvia. A ratos, hay que decirlo, dolió un poco eso de ‘tropiconce’ y ya no se sabía si ese alias nos hacía buena o mala prensa.
Lo cierto es que Nicole, Alain Johannes Trio, Christina y los Subterráneos, Camila Moreno, Alectrofobia, también Mazapán y Sinergia Kids, todos, todos los artistas convocados respondieron con gran compromiso al deseo del público que llegó para aprovechar la única posibilidad que tenían, pues había que abandonar la sala al término de cada presentación para dar paso a un nuevo y masivo grupo de personas que esperaban su turno para entrar. Ese fue el ritmo durante la jornada. Largas filas, frío y lluvia afuera; adentro, recambio de público cada una hora, un intenso trabajo de producción y la pregunta natural de varios, respecto de las medidas pudieron tomarse con anticipación cuando ya se sabía del frente meteorológico, sobre todo, pensando en la multitud que diría presente de todas maneras.
Al día siguiente la cosa fue distinta. “Después de la tormenta siempre sale el sol”, celebró el colombiano Juanes cuando subió al escenario después de sorprender entrenando en un gimnasio del centro penquista.
Había una sola y gran convicción: aprovechar al máximo los escenarios al aire libre y retomar la senda de la planificación original, con algunas modificaciones pero con más ganas que antes, como si hubiese energía acumulada en todos los actores involucrados. La segunda jornada del REC se disfrutaría sin excusas.
Así inició un día que haría historia para el festival gratuito del Biobío
Ante el ímpetu del público, “qué duros que sois” señaló Christina (y los subterráneos), que sumaron un segundo show. También 2 minutos, Pánico, Los Miserables, Pedro Piedra, Francisca Valenzuela, Antipatriarka, fueron algunos de los artistas que se presentaron en los escenarios Antuco, Lanalhue y Llacolén, y que en conjunto comenzaron a atraer a las miles de personas que llegaron al Bicentenario durante la jornada, dispuestos a todo.
Momentos altos, emociones e historia
Llegada la noche, las presentaciones de Juanes, Candlebox y Café Tacvba coronaron el festival, con el hito de haber reunido la mayor participación en la historia del REC: más de 130 mil personas sólo el domingo, casi 160 mil entre ambas jornadas, dieron vida a esta nueva versión del Rock en Conce que, pese a todo contratiempo, vino a demostrar una vez más por qué es tan necesario para la ciudad, para las regiones, para la música y el espectáculo en nuestro país.
No sólo por la gran afluencia de asistentes, también por el line up variado y de gran nivel que ofreció. Con un público respetable y respetuoso, con un equipo técnico muy profesional, con un cúmulo de momentos memorables.
Con barro, con frío, con alegría, con emoción, lo que se vivió este fin de semana en Concepción fue una experiencia inolvidable y también de aprendizaje. Como seguramente deben sentirlo las miles de personas que, gratuitamente, vibraron con el espectáculo, que cantaron con Juanes o hicieron un ‘mosh’ con 2 minutos, o que de pronto se vieron junto a Kevin Martin (Candlebox) recordando a grandes de la generación del grunge como Kurt Cobain, Scott Weiland, Laney Staley, Chris Cornell, coreando la emotiva ‘Far Behind’.
Las cuentas alegres son esperables si vienen del responsable de un evento, pero los hechos hablan por sí solos y el sentir de público confirmó el éxito de esta versión del REC. No porque todo fuera perfecto, sabemos que no fue así. ¿Hubo incomodidades? Claro que sí. ¿Hubo gente molesta por perder tiempo en una fila sin lograr nada? Sin duda. Pero, pese a todo, el evento logró sobreponerse a una gran prueba llena de dificultades y ofrecer un show espléndido.
Ganó el poder de la música y la energía del público, ganó la convicción y el profesionalismo de los artistas y los trabajadores del espectáculo que están detrás de un festival que, frente al río Bío Bío, está a la altura de los más grandes, e incluso más allá que otros de renombre y de costosos ticket de acceso. Uno que sigue creciendo y que ya prepara su próxima versión en marzo de 2024, para la que estamos expectantes y listos desde ya, incluso, con impermeables, porque bueno, en la ciudad del rock… todo puede pasar.