La violencia de género contra mujeres y niñas es una de las violaciones a los derechos humanos más generalizadas y extendidas en el mundo, cuyo principal factor de riesgo es el solo hecho de nacer mujeres. Chile no es la excepción.
Según cifras del Servicio Nacional de la Mujer y la Equidad de Género (SERNAMEG) en 2022 hubo 43 femicidios consumados y 180 frustrados en el país; este año contabilizamos 34 femicidios consumados y 170 frustrados. Además, según resultados de un estudio realizado por el Instituto Milenio de la Universidad de Chile, 1 de cada 4 mujeres vivió violencia intrafamiliar durante 2022 en nuestro país.
Tenemos la necesidad imperativa de detener la violencia de género contra mujeres y niñas, y hacerlo es una de nuestras prioridades como Ministerio de la Mujer y la Equidad de Género.
Más allá de las palabras, reflejamos esta urgencia en el presupuesto 2024 aumentando un 5,2% los recursos destinados a la oferta programática en violencia de género de SERNAMEG. Este aumento nos permitirá alcanzar una cobertura total superior a las 80.000 mujeres, entre programas de atención (que ofrecen residencia de acogida, apoyo psicosocial y representación legal) y de recuperación de la autonomía física vulnerada por la violencia de género.
En adición, financiaremos un programa de prevención que incluye intervenciones con organizaciones sociales y educativas para la promoción de vidas libres de violencia en los diferentes espacios de la sociedad y desde temprana edad.
El presupuesto 2024 incluye además recursos para la construcción y puesta en marcha de dos nuevos Centros de Atención y Reparación a Víctimas/Sobrevivientes de Violencia Sexual (CVS) en las comunas de Alto Hospicio y Coquimbo, cumpliendo con uno de los compromisos anunciados por el presidente Gabriel Boric en su última cuenta pública, y, lo más importante, llegando a una población de mujeres para quienes estos espacios son hoy muy necesarios. Porque, aunque discutamos el presupuesto en reuniones y oficinas, este se construye y vive en los barrios.
El presupuesto para atender la violencia de género contra las mujeres en Chile crece, pero no solo con nuevos recursos, también reasignando los ya disponibles. Mudaremos nuestras dependencias al edificio del ex Diario La Nación, frente a la plaza Constitución, para ahorrar 700 millones de pesos anuales al fisco, que podrán ser redestinados a prevenir, atender y reparar la violencia que viven mujeres y niñas en nuestro país.
Se incluye, además, presupuesto para que la Comisión para el Mercado Financiero mejore los tiempos de respuesta de las instituciones bancarias a las solicitudes de la justicia por la ley de Responsabilidad Parental y pago efectivo de pensiones de alimentos, lo que se suma a los 800 millones ya inyectados a Tribunales de Familia al momento de aprobar la ley.
Por años las expertas, los movimientos de mujeres, las sobrevivientes a la violencia y la ciudadanía han reclamado una modernización de la forma en que atendemos a la violencia. Con este presupuesto modernizamos la respuesta mientras preparamos al sistema para acoger la futura Ley Integral contra la Violencia hacia las Mujeres.
Un Chile que avanza tiene que proteger el derecho de mujeres y niñas a vivir vidas libres de violencia; esta es la única manera de garantizarles el acceso a oportunidades y el pleno ejercicio de sus derechos.