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El ministro de Seguridad Pública, Luis Cordero, confirmó la implicación de los operarios del carro policial lanza gases en la muerte de dos hinchas en el Estadio Monumental. Expresó el pesar del Gobierno y anunció una investigación exhaustiva de los actos vandálicos previos. Los funcionarios de Carabineros involucrados están imputados y sujetos a proceso judicial y administrativo. Se suspendió el partido pese a la oposición inicial, y la renuncia de la jefa de Estadio Seguro fue aceptada.
El ministro de Seguridad Pública, Luis Cordero, confirmó cerca de la medianoche de este jueves que hay imputados por la muerte de los dos hinchas en el Estadio Monumental. Se trata de los operarios del carro policial lanza gases (zorrillo) que habría estado involucrado en el deceso de los jóvenes.
En un punto de prensa, el secretario de Estado expresó que “en nombre del Gobierno, lamentamos profundamente estas muertes. El fútbol debe ser un espectáculo seguro para las familias, sin riesgos ni violencia”. Además, aseguró que se investigará hasta las últimas consecuencias los actos vandálicos que precedieron a la tragedia.
Cordero detalló que los funcionarios de Carabineros involucrados “tienen la condición de imputados y están a disposición del Fiscal”.
Agregó que el agente fue apartado de sus labores operativas de forma inmediata y que la institución inició un sumario administrativo para determinar responsabilidades.
“No hay tolerancia para la indiferencia ante hechos como estos”, recalcó, respaldando las pericias de la SIAT, OS9 y Labocar que analizan el caso.
Suspensión del partido y renuncia de jefa de Estadio Seguro
El secretario de Estado reveló que el Ejecutivo ordenó la suspensión del encuentro de Colo Colo, pese a la oposición inicial de los organizadores.
“Dadas las circunstancias, no había condiciones para continuar”, afirmó. En paralelo, confirmó la renuncia de Pamela Venegas, encargada de Estadio Seguro, cuya dimisión fue aceptada “inmediatamente” por el Gobierno.
“Es obligación de todos actuar con responsabilidad”, sentenció, en alusión a los protocolos fallidos.