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El Segundo Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Santiago condenó a Abraham Isaac Herrera Muñoz a 5 años y un día de cárcel por lavado de activos entre junio de 2015 y julio de 2016 en la región Metropolitana, imponiéndole también inhabilitación perpetua para cargos públicos, multa de 200 UTM y más. Herrera ya había sido condenado a 7 años por secuestro en 2015, donde junto a otros sujetos exigió $37 millones a la familia de la víctima. Tras la muerte de su pareja en 2017, se le acusa de enriquecimiento injustificado al utilizar dinero proveniente del secuestro para fines ilícitos, ocultándolo a través de su pareja, Constanza González Arriaza, quien no tenía actividades económicas lícitas que justificaran sus inversiones.

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El Segundo Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Santiago condenó a un sujeto a 5 años y un día de cárcel, en calidad de autor del delito consumado de lavado de activos, perpetrado entre junio de 2015 y julio de 2016, en la región Metropolitana.

En fallo unánime, el tribunal además aplicó a Abraham Isaac Herrera Muñoz, las accesorias legales de inhabilitación absoluta perpetua para cargos y oficios públicos y derechos políticos y la inhabilitación absoluta para profesiones titulares mientras dure la condena; más el pago de una multa de 200 UTM.

El fallo

En 2019, Herrera Muñoz ya había sido condenado a 7 años de cárcel por un secuestro cometido en 2015, en Huechuraba. En ese entonces, el tribunal acreditó que, junto a otros sujetos, exigió dinero a cambio de la liberación de la víctima. Los familiares de esta le entregaron $37 millones entre efectivo y joyas.

La pareja del condenado, con quien tenía un hijo en común, falleció en abril de 2017. En ese contexto: “Abraham Isaac Herrera Muñoz, a sabiendas que determinados dineros y bienes provenían directa o indirectamente del dinero entregado por la familia de la víctima en cuyo secuestro participó, obtuvo un enriquecimiento patrimonial injustificado, pues no mantenía fuentes de ingresos lícitas ni inversiones, y con el propósito de ocultar o disimular el origen ilícito del dinero obtenido, lo colocó o integró en el sistema financiero y economía formal”.

“La actividad ilícita desarrollada por Abraham Isaac Herrera Muñoz le produjo una importante cantidad de dinero, que ocultó o disimuló a través de un testaferro o prestanombre, quien tenía pleno conocimiento del origen ilícito de los bienes, pues era su pareja, Constanza González Arriaza, quien no poseía una actividad económica autónoma lícita de una entidad que le permitiera justificar las inversiones u operaciones financieras en las cuales participó”, añade el fallo.