La empresa proveedora de los tótems de la PDI instalados en el Aeropuerto de Santiago, tomó distancia de los reclamos de usuarios respecto al funcionamiento de estos. Una de sus dueñas aseguró que “no hay fallas”.
Dicho sistema de automatización del control de migración se adjudicó por una licitación, en diciembre de 2020, a la empresa Pegasus Chile por $1.900 millones. A pesar de que el plazo para activar el sistema era de 50 días, comenzó a operar a inicios de 2024 con 51 tótems de autoatención.
Desde entonces, según consignó El Mercurio, pasajeros han criticado su funcionamiento apuntando a deficiencias que producen demoras, largas filas y trámites duplicados.
Por su parte, Montserrat Rodríguez, dueña del 50% de la compañía chilena The Pegasus Group Company, afirmó al medio citado que no hay errores en el sistema.
“Puede haber descontento respecto de la solución, pero eso no implica que haya fallas. El sistema no tiene fallas, tiene todos los estándares máximos de seguridad”, aseveró. Agregando que “la serie de preguntas que requería PDI eran para alimentar sus propios antecedentes y hacer sus propios análisis”.
Respecto al reclamo de que los tótems suelen estar “fuera de servicio”, respondió que “eso tiene que ver también con garantías, si las garantías están vigentes o están vencidas, si le hicieron la mantención que correspondía”. Lo que, dependería de la PDI.
“Para nosotros no es agradable, obviamente, ser atacados así, pero nosotros tenemos tranquilidad del trabajo que hacemos”, señaló Rodríguez.
En ese sentido, añadió: “No podemos hacer más, ni la PDI nos puede exigir más, eso es un tema de cómo funciona el sistema”. Y afirmó que cumplieron con las bases de licitación.
Por otro lado, el jefe nacional de la Jefatura de Asuntos Públicos de la PDI, Óscar Bacovich, consignó por escrito que se ha visto mejora en los kioscos. “Hemos incorporado señaléticas didácticas, videos y nuevos facilitadores (…). Además de 150 funcionarios policiales en dos etapas, lo que nos ha permitido habilitar más casetas de atención”, informó.
Sobre el tema habló Nicolás Boettcher, académico de la Escuela de Informática y Telecomunicaciones de la U. Diego Portales. “Si bien los tótems actualmente están funcionando, luego de haberse retrasado su inicio de operación, su diseño no fue el más idóneo para lograr agilizar los procesos que se buscaba mejorar”, dijo.