El Sexto Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Santiago condenó a un ex cabo primero de Carabineros a ocho años de cárcel. Esto por usar injustificadamente una escopeta antidisturbios durante el inicio del estallido social en La Cisterna. Los disparos provocaron lesiones graves en el cuerpo y el ojo izquierdo de un joven, quien perdió la visión de forma permanente.
El tribunal, de forma unánime, dictó una pena de cinco años y un día de prisión efectiva. Esto por ser autor del delito consumado de lesiones graves gravísimas. Además, impuso tres años y un día de reclusión efectiva por disparos injustificados en la vía pública.
Sin embargo, el ex cabo primero fue absuelto del delito de apremios ilegítimos con resultado de lesiones graves gravísimas, por falta de pruebas.
Por otro lado, una subteniente de Carabineros imputada recibió una condena de tres años y un día de presidio, con el beneficio de libertad vigilada intensiva. Esto por ser coautora del delito de disparos injustificados en la vía pública. También fue absuelta del cargo de apremios ilegítimos con lesiones graves gravísimas.
Detalles de los hechos imputados contra el excarabinero durante el estallido social
El tribunal confirmó lo ocurrido el 20 de octubre de 2019 alrededor de las 18:30 horas. En esa fecha, un joven caminaba con su amigo (la víctima) por la vereda poniente de Gran Avenida José Miguel Carrera, cerca del paradero 23 y medio, en dirección sur, en la comuna de La Cisterna.
En ese momento, un sargento de Carabineros golpeó al joven con una patada tras un altercado verbal. Poco después, el ex cabo primero, ubicado en el segundo piso de la Municipalidad de La Cisterna, recibió la orden de usar una escopeta antidisturbios.
La subteniente imputada, encargada del arma, dio la instrucción. Sin embargo, esta carecía de justificación, no incluía indicaciones sobre cómo disparar y contravenía los protocolos establecidos. Tampoco se consideraron otros métodos de fuerza menos agresivos antes de recurrir a esa arma.
El ex cabo disparó varias veces hacia donde estaban los jóvenes, asumiendo el riesgo de herir a alguien. Actuó sin autorización ni motivo válido, en contra de las normas. Como resultado, la víctima sufrió graves lesiones.
El disparo le provocó un agujero macular traumático en el ojo izquierdo, contusión ocular y pérdida permanente de la visión. También sufrió heridas en la cara, la nariz, el párpado izquierdo, el brazo izquierdo y recibió impactos de perdigones en el antebrazo derecho, las piernas y el pie izquierdo.
La víctima fue operada en el Hospital Barros Luco. Además, quedó en tratamiento oftalmológico en el Hospital Salvador.
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