A poco menos de un mes de la explosión y posterior incendio en el Internado Nacional Barros Arana (INBA), 13 de los 35 estudiantes que resultaron heridos aún se mantienen hospitalizados, según el último reporte del Ministerio de Salud (Minsal) entregado el 18 de noviembre. Si bien, ninguno de ellos se encuentra en riesgo vital, algunos enfrentan extensas recuperaciones, múltiples cirugías y cuidados intensivos.
Uno de los casos más críticos es un adolescente que resultó con más del 50% de su cuerpo quemado, quien ha sido sometido a múltiples cirugías y enfrenta complicaciones como infecciones y anemia. “Si hay algo a lo que nos hemos aferrado, es a Dios… Todos los días agradecemos un día más de vida para mi nieto”, expresó su abuela a La Segunda en la UCI de la Mutual de Seguridad.
Asimismo, otros cuatro estudiantes permanecen internados en el mismo lugar, mientras que otros siete están en la Posta Central y dos en la Clínica Indisa. Ninguno en estado crítico.
Extensa recuperación
Por otro lado, hay al menos ocho estudiantes que están en contacto con Coaniquem para iniciar su etapa de rehabilitación, según el medio citado. “Es un proceso largo, porque las cicatrices permanecen activas al menos dos años. Y en caso de un niño o adolescente, hay que seguirlo hasta que termina de crecer”, explicó la doctora Pilar Troncoso, directora de Gestión Médica de Coaniquem.
En ese sentido, agregó que algunos deben usar prendas compresivas por 20 horas diarias, hacer kinesioterapia, manejo dermatológico “y aprender funcionalidades con una piel que va cambiando todo el tiempo en la medida que la cicatriz va madurando”.
Paralelamente, las investigaciones del Ministerio Público siguen bajo reserva, mientras que el municipio de Santiago y la Defensoría de la Niñez han reiterado la necesidad de acelerar las medidas de apoyo a las familias y de implementar acciones preventivas para evitar tragedias similares.
“Nuestra función es analizar cada acción comprometida por el Estado. Si bien ha habido avances, la ejecución ha sido lenta”, señaló el defensor de la Niñez, Anuar Quesille.
La comunidad escolar se ha movilizado con velatones, colectas y actividades como tocatas y choripanadas para recaudar fondos en beneficio de las familias afectadas.