El Fiscal Regional Metropolitano Sur, Héctor Barros, ha construido una carrera en el Ministerio Público, siendo reconocido por su experiencia en casos de alta complejidad y su conocimiento en crimen organizado y delitos violentos.
En 2023, Barros asumió también la coordinación del Equipo de Crimen Organizado y Homicidios (ECOH), iniciativa del Ministerio Público y el Ministerio del Interior, en el marco del plan “Calle Sin Violencia”.
En conversación con La Segunda, Barros explicó que la criminalidad en Chile ha evolucionado, pasando de microtraficantes locales a redes con vínculos internacionales.
“Inicialmente, la criminalidad en Chile estaba representada por familias de microtraficantes que crecieron y acumularon muchos bienes. Luego vino la etapa en que desarrollaron conexiones internacionales, especialmente con países productores de droga como Bolivia y Perú”, explicó.
“Enfrentamos un fenómeno empresarial delictivo”
Según dijo, la inmigración irregular permitió al crimen organizado establecer bases sólidas en el país, destacando al Tren de Aragua. Dicha organización controlaría actividades como el tráfico de drogas, prostitución y secuestros extorsivos, cobrando “impuestos” a otras bandas.
Sobre los “impuestos”, ejemplificó que en “el caso del líder del grupo de motochorros “El Enjambre” (dedicado al robo de celulares en Providencia), a quien secuestraron por no pagarlo y pidieron 100 millones por su liberación; él solo pagó 80 millones y quedó debiendo 20 millones. Como no cumplió, lo secuestraron nuevamente exigiendo 120 millones”.
En ese punto, de los secuestros, ahondó. “En lugares como Independencia, Estación Central y Santiago, donde reside la mayoría de los inmigrantes, aunque luego los trasladan a la periferia, donde muchas veces los asesinan y los tiraban en sectores aledaños. El Tren de Aragua tiene lugares de botadero de cuerpos en Colina, Lampa y Rinconada de Maipú. En enero de 2023,Alfredo Cherri, de la Fiscalía Centro Norte, allanó una casa de cautiverio en ese último lugar, llamada “la nevera”, donde “enfrían” a los secuestrados mientras negocian”, relató.
“Enfrentamos un fenómeno empresarial delictivo”, señaló Barros, comparando la estructura del Tren de Aragua con una empresa, con jerarquías y funciones logísticas claras.
El fiscal enfatizó en la importancia de investigaciones estratégicas y advierte sobre los riesgos sociales que generan estos mercados ilegales. “La lucha contra el crimen organizado es como un electrocardiograma: con alzas y bajas. Pero no podemos detenernos”, indicó.