Los incidentes que se registraron el pasado 23 de octubre en un baño del Internado Nacional Barros Arana (INBA), volvieron a poner en tabla la factibilidad y eficacia del programa Aula Segura.

Este grave incidente dejó más de 30 alumnos hospitalizados con graves quemaduras, producto del estallido de una bomba molotov que habrían manipulado en el establecimiento, de los cuales, 4 están en riesgo vital.

El programa Aula Segura comenzó su implementación durante el segundo Gobierno de Sebastián Piñera, permitiendo a los recintos educacionales expulsar de manera inmediata a los estudiantes que impulsen “graves hechos de violencia”, entre los que considera el “uso, posesión, tenencia y almacenaje de ciertos tipos de armas definidas en la Ley de Control de Armas.

El diputado del Partido Republicano e integrante de la Comisión de Educación, Stephan Schubert, dijo que esta ley no es invocada por razones ideológicas.

“Las autoridades están llamadas a hacer las denuncias, las autoridades están llamadas también a utilizar las herramientas que tienen hoy. Esas herramientas existen y son aquellos que promueven su no utilización, los responsables de los resultados que tenemos”, sostuvo.

Su par de la UDI e integrante de la misma comisión, Sergio Bobadilla, sostuvo que “estamos frente a un Gobierno débil e incapaz de utilizar las herramientas que el estado de derecho le entrega”.

De parte del oficialismo, la diputada del Frente Amplio y presidenta de la Comisión de Educación, Emilia Schneider, sostuvo que es claro que a tantos años de la implementación de la ley Aula Segura esta no ha sido efectiva, por lo que recalcó la necesidad de impulsar medidas dirigidas a la prevención de este tipo de situaciones.

Recordemos que la alcaldesa de Santiago, Irací Hassler, ha sido históricamente crítica respecto a la norma, y si bien calificó esta situación en el INBA como “dolorosa”, su administración nunca ha invocado la ley Aula Segura a pesar de los distintos incidentes registrados en distintos recintos públicos educacionales.