El conductor que sufrió una violenta encerrona durante la noche del jueves en Ñuñoa entregó su testimonio respecto de lo ocurrido. El vehículo robado, un Mercedes Benz, aún no aparece.
Todo ocurrió en Los Cerezos con Eduardo Castillo Velasco.
Según relató la víctima, él iba acompañado de su pareja y su hijastra, pasando a dejar a los amigos de esta última.
“En esta calle, (pasé) a dejar a uno en particular, aquí. Y fue en esta misma esquina donde inadvertidamente nos encierra un auto, un BMW blanco, y se bajan, nos apuntan, encañonan la cara… Yo coopero, entrego todo, rápido. Y fue bastante rápido, en verdad. Se fueron rápido”, expresó.
El conductor comentó que “me impresionó mucho el actuar vecinal también”, ya que durante el robo “empezaron a sonar chicharras bien fuertes, había cámaras del sistema vecinal de seguridad grabando todo… Y la seguridad ciudadana llegó bien rápido también, llegó como en 5 minutos máximo”.
El violento actuar de delincuentes en encerrona de Ñuñoa
Sobre el actuar policial, destacó que si bien eran violentos, al menos no resultaron lesionados durante el delito.
“Eran 5 tipos, 5 individuos. Uno se quedó en el auto, los otros 4 se bajaron. Uno agarró al chico, que venía a su casa. Otro fue por el lado de mi pareja, y de la chica que iba atrás de ella. Otro me apuntó a mí, y otro andaba como apoyándolo”, relató.
Luego, dijo que “no fueron violentos físicamente, solo verbalmente, menos mal. Algo que yo creo que es excepcional, y lo agradezco dentro de todo”.
Sobre la edad de los delincuentes, indicó que “me parece, no deben haber sido mayores de 22. No sé si habrá habido menores, pero yo creo que 20, 21 años máximo, 22. De ahí para abajo”.
Asimismo, comentó que “la persona que me amenazó a mí era el más alto, era el más intimidante físicamente, y lo primero que le importaba era que el auto no tuviera corta corriente”.
Reflexión sobre Santiago
El hombre también tuvo tiempo para realizar una reflexión sobre la situación delictual en la capital, especialmente en Ñuñoa.
“Yo creo que en el ideario de todos los santiaguinos, y por qué no de todos los chilenos, Ñuñoa es una comuna de paz, una comuna vecinal, de comunidad, tranquila. Es sabido que hace tiempo ya que la cosa está así en Ñuñoa. Me parece escalofriante. Imagínate, vengo a dejar a unos chicos universitarios a sus casas porque es tarde, porque ya pasó el partido de Chile, y pasa esto”, señaló.
Agregó que “estaba muy preocupado por mi familia, por los chicos. Es lo que yo, son las buenas cuentas que saco de esto, que al final no hubo violencia física, más allá que a las chicas las toquetearon un poco para ver si tenían celulares o cosas así. Mi pareja tuvo el tino de ponerse el celular en el pantalón, entonces no le encontraron nada”.
“Otra chica puso un poco resistencia, pero no fue algo tan violento. Entonces, creo que es una situación muy afortunada en ese sentido”, añadió.
Finalmente, dijo que “es una sensación de inseguridad que estaba presente, está latente y la gente la vive, la vive en carne propia”.