Docenas de carritos de comida fueron retirados de un galpón ubicado en Estación Central, donde eran guardados por comerciantes que no cuentan con permisos para vender en las calles.

Al interior de los carros, se encontraron aceites quemados, pan con hongos, papas fritas podridas, entre otros productos que son un riesgo para la salud de las personas.

El operativo estuvo en manos del municipio de Estación Central, quienes lograron dar con el sitio de acopio ubicado en la esquina de avenida Ecuador con Abtao.

Allí, diariamente guardaban los carritos a cambio de un pago al dueño del lugar. Este último se trata de un adulto mayor, quien comentó que cobraba mil pesos por noche, con lo que sumaba $300 mil mensuales.

Cabe mencionar que lo anterior constituye una infracción al código sanitario, por lo que se expone a multas de 3 a 5 UTM.

El seremi de Salud Metropolitano, Gonzalo Soto, llegó al punto y destacó la importancia de las denuncias anónimas para evitar focos de insalubridad.

“Consumir este tipo de alimentos es un riesgo, produce enfermedades trasmitidas por alimentos. Queremos evitar que personas vayan a una urgencia por gastritis, náuseas o vómitos”, señaló.

Por su parte, la alcaldesa (S) de Estación Central, María Olga Letelier, detalló que dichos carros serán trasladados a un vertedero. “Como municipalidad jamás vamos a dar ningún tipo de permiso con respecto a esto. Hemos sido enfáticos en recuperar espacios públicos y sacar de circulación cualquier tipo de comercio informal”, agregó.