Más de $6.500 millones en productos perdidos, y entre 22 a 27 millones de dólares (entre $20 mil millones a $24 mil millones) de pérdidas en infraestructura, se estima que dejó el gigantesco incendio que el domingo se produjo en el barrio Meiggs. Este todavía no ha sido extinguido en su totalidad.
El siniestro ocurrió en el denominado “mall del juguete”, en el sector de San Alfonso con Sazié.
Desde la mañana del domingo, alrededor de 500 voluntarios de diversos cuerpos de Bomberos de la capital se trasladaron hasta Meiggs para combatir las llamas.
Actualmente, si bien el fuego está contenido, aún hay algunos focos que impiden extinguir por completo las llamas.
El siniestro fue provocado por delincuentes para robar un cajero automático, el cual contenía alrededor de $80 millones.
Sujetos ingresaron al mencionado centro comercial para, a través del sistema oxicorte, abrir el cajero. Sin embargo, esto generó chispas que encendieron material inflamable, permitiendo que el fuego se extendiera rápidamente. Más de 30 locales comerciales resultaron destruidos.
Los locatarios afectados señalaron que las pérdidas son totales, ya que la mayoría no cuenta con seguro. Entre lo perdido hay productos pensados para Halloween y también para Navidad.
“Como familia, es mucho esfuerzo el que estaba invertido. Estos locales no tienen seguro”, indicó una de ellas.
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La investigación quedó a cargo de la Policía de Investigaciones (PDI), que retiró evidencia crucial, incluyendo imágenes de cámaras de seguridad y cilindros de gas acetileno, presuntamente utilizados en el intento de robo.
Dicho elemento químico es más volátil que el propano, que se utiliza generalmente para estos fines.
En los alrededores, quedaron billetes abandonados, por lo que hasta el momento se desconoce cuánto fue el dinero sustraído.