VER RESUMEN

Resumen automático generado con Inteligencia Artificial

El emblemático Bar Liguria de Pedro de Valdivia en Providencia ha cerrado temporalmente, generando nostalgia entre sus clientes. La imagen de su fachada cerrada y un chanchito de plástico con anteojos en Instagram, compartida por su dueño Marcelo Cicali, ha conmovido a quienes han disfrutado de décadas de bohemia en este icónico bar santiaguino. Reconocido como punto de encuentro para músicos, políticos y artistas, el Liguria se reinventará con un posible enfoque vegetariano tras la pandemia y el estallido social. Cicali expresó que la inseguridad en Santiago ha impactado el comportamiento de consumo de la clientela, pero se muestra optimista ante la adaptación de la industria gastronómica.

Desarrollado por BioBioChile

El cierre temporal del Bar Liguria de Pedro de Valdivia, Providencia, ha causado revuelo entre sus fieles clientes. La fachada cerrada y la imagen de un chanchito con anteojos y mochila, publicada por su dueño Marcelo Cicali en Instagram, generaron tristeza entre quienes han disfrutado de décadas de bohemia en este icónico bar santiaguino.

“Qué pena más grande, décadas gozando en el Liguria de P. de Valdivia. Gracias por tan lindos recuerdos”, escribió un usuario, según consignó Ex-Ante.

Este cierre marca el fin de una era en la vida nocturna de Santiago, donde músicos, políticos y artistas eran clientes habituales. Desde su apertura en 2001, el Liguria de Pedro de Valdivia se convirtió en un punto de encuentro clave, siendo escenario de improvisadas presentaciones de artistas como Los Bunkers y Álvaro Díaz.

Marcelo Cicali confirmó que el cierre es temporal y que el local reabrirá en unas dos semanas con un nuevo enfoque, probablemente vegetariano.

Este cambio de giro es parte de una adaptación tras la pandemia y el estallido social, que impactaron duramente al rubro gastronómico.

Cicali, junto a su hermano Juan Pablo, fundó el primer Bar Liguria en 1990, y hoy, 34 años después, continúan reinventándose.

“Nos falta un poco más de noche. Producto de la inseguridad en Santiago y en Chile, la gente cambió sus comportamientos de consumo y sus horarios“, expresó al medio citado.

Agregando que “el cliente se va a la casa más temprano, ya no hay la noche que nos gustaba, pero creo que todo se está rearmando. Veo una industria fuerte, diversa y con una generación nueva de emprendedores y de restaurantes, boliches que son una sorpresa. Y soy optimista”.