Autoridades anunciaron la implementación del primer piloto de pistolas Taser en la cárcel de Alta Seguridad en Santiago, región Metropolitana.
Se estima que la llegada de dicha adquisición será en los próximos 2 a 3 meses. Para luego iniciar un período de capacitación técnica, previa a su implementación, la que está prevista para el primer trimestre de 2025.
El proyecto, de más de $200 millones, es financiado por el Gobierno de Santiago. Y busca brindar seguridad a los funcionarios frente a situaciones de emergencia como disturbios, desórdenes, intentos de motines, entre otros.
Las pistolas Taser proyectan electrodos con un alcance de puntas de contacto no superior a 5 metros. Incluyen batería recargable, un kit de batería de reemplazo, y al menos 20 cartuchos por arma.
Además, 20 cámaras corporales compatibles y conexas al dispositivo electrónico de inmovilización temporal, con plan de conectividad para transmisión online y alertas automáticas.
El gobernador de Santiago, Claudio Orrego, detalló que la iniciativa contempla la compra de 20 dispositivos no letales.
“Estás herramientas se suman a las que ya tienen los gendarmes, con las cuales se logrará proteger la vida e integridad de los funcionarios, disuadir al que intenta agredir o cometer un delito, reducir los reclamos por uso abusivo de la fuerza, entre otros”, explicó.
Por su parte, el subsecretario de Justicia, Jaime Gajardo, destacó que “Gendarmería de Chile puede dar la tranquilidad a todas las personas, a nivel nacional, de que tiene el control de los establecimientos penitenciarios”.
Mientras el director Nacional de Gendarmería, Sebastián Urra, valoró la iniciativa y enfatizó que, “la adquisición de este tipo de armamento será un refuerzo en contextos y situaciones específicas, mediante un control efectivo y que minimiza el contacto físico ante eventuales situaciones, brindando, además, mayor seguridad para nuestros funcionarios”.