El pasado jueves fueron formalizados los detenidos por apropiarse de la toma “El Sueño de Todos” en Puente Alto, aprehendidos tras un allanamiento donde resaltó el hallazgo de una lujosa vivienda.
Allí vivía una mujer colombiana ungida como presidenta de la junta de vecinos. En el interior de la casa, había diversas comodidades difíciles de encontrar en una toma, como piscina, tinaja, mesa de pool y un quincho.
Por si fuera poco, también se encontraron armas, drogas y una importante cantidad de fármacos, entre ellos un importante número de ampollas del poderoso sedante midazolam.
El operativo se realizó para desbaratar una organización de extranjeros que, valga la redundancia, tomó el control de la toma.
Para ello, establecieron un sistema de turnos para controlar los accesos y cobraban a los habitantes para residir en el lugar. Aunque, también se acusa tráfico de drogas y armas.
En medio del operativo resaltó la casa de la mujer colombiana, identificada como Sandra Acevedo. Según informó TVN, fue una de las dos mujeres más buscadas de Cali en 2010.
La policía caleña ofrecía hasta $200 millones colombianos por ella, acusada de ser la mente maestra del robo a una bodega.
Si bien en Colombia se le conocía como “La Negra”, acá en Chile se le llamaba “La patrona de lujo”, o también “La doctora, porque se dedicaba a tratamientos estéticos.
Prisión preventiva
De todos los detenidos en el procedimiento, cinco quedaron en prisión preventiva. Entre ellos está Acevedo y los también colombianos Fabricio y José Caicedo.
Los hermanos lideraban la banda. El fiscal Sur, Javier Carreño, indicó que gracias a la investigación, se pudo acreditar que estas personas mantenían el control territorial del sector, facilitando así el tráfico de drogas y armas a los líderes de la banda.
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Más específicamente, a Sandra Acevedo se le acusó de facilitar los ilícitos de los hermanos Caicedo y coaccionar a los vecinos para que paguen el tributo ajustado por la banda.
Además, a la colombiana se le imputó el delito de tenencia ilegal de municiones, partes y piezas de armas, sumado al tráfico de drogas, ya que su abogado particular, Omar Cabrera, no pudo acreditar la procedencia de los fármacos encontrados en el lugar.