La ministra del Interior, Carolina Tohá, se refirió este jueves a la polémica por el anuncio de una construcción de una cárcel de máxima seguridad en Santiago, en el mismo sector donde está Santiago 1 y la ex Penitenciaría.
La mayor crítica proviene de la alcaldesa oficialista, Irací Hassler (PC), quien apuntó contra el Gobierno por tomar una decisión improvisada y que no fue consultada con autoridades locales.
Hoy, el presidente Gabriel Boric, se refirió a la polémica y dijo que “no hay improvisación y tampoco, al menos yo, tengo tiempo para peleas políticas en materia de seguridad porque no nos conducen a nada”.
En tanto, Tohá señaló que ha conversado con Hassler y que la instalación de la cárcel en Santiago es la alternativa más conveniente.
“El gobierno siempre supo, además conocemos los temas en los que trabajamos, que la instalación de una cárcel iba a ser polémica en cualquier parte que la pusiéramos… Se han pensado todas las alternativas, y esta es la más conveniente, del punto de vista de la seguridad, del punto de vista de los tiempos de construcción, del punto de vista del impacto en el entorno”, dijo.
Agregó que “esta es la alternativa que en el equipo del Ministerio de Justicia, donde se ha trabajado buscando, no hay ninguna razón que el ministerio pueda tener para elegir un proyecto respecto a otro que no sea maximizar el objetivo de seguridad y de minimizar el impacto”.
Promesa de mitigación permanente
Igualmente, la jefa comunal señaló que “ese barrio lo conozco muy bien, fui alcaldesa de Santiago, fui parlamentaria en Santiago, tiene penales que se han ido construyendo desde el 1800 y tanto, la Penitenciaría, y la verdad es que nunca el Estado ha comprometido una mitigación permanente en la zona, nunca”.
“Ha habido distintos planes que duran un tiempo, se mandan refuerzos, patrullaje, un retén móvil, dura un rato, después se va. La verdad es que ese problema existe hoy día, no va a aparecer por la cárcel de alta seguridad. De hecho, las cárceles de alta seguridad, el impacto que tienen en el entorno es muy bajo, porque no tienen la circulación que tienen las cárceles más abiertas, por ejemplo, la Penitenciaria”, aseveró.
Por lo mismo, señaló que ahora se da la oportunidad de zanjar esta deuda con “un dispositivo realmente vinculante, permanente”.
“Not in my backyard”
Tohá también argumentó que el proyecto “no se ha improvisado. Se lleva estudiando muchos meses. El proyecto está muy avanzado en su desarrollo. No hay que alarmarse porque hay oposición. Siempre hay oposición. Incluso cuando las cárceles se construyen en medio de la nada, hay oposición”.
“O sea, es tan así que esto está estudiado. Hasta tiene un nombre en inglés, medio siútico, pero tiene un nombre, que es “not in my backyard”. No en mi patio. Porque son infraestructuras que toda la sociedad quiere que se construyan, pero nadie quiere que se construyan cerca de ellos”, añadió.
Finalmente, y en línea de la compensación y la mitigación, señaló que con la construcción de las cárceles debería ocurrir algo similar que con la minería.
“Hasta antes de nuestro gobierno, nunca la sociedad chilena había tenido una manera de compensar las zonas mineras. Hoy, con el royalty, la tiene. Y con las cárceles hay que hacer lo mismo, y con todas esas estructuras que son valiosas, pero generan problemas, tenemos que tener la misma práctica. No puede pagar el pato un grupo de personas. Hay que compensarlo adecuadamente, entregarle seguridad y medidas de mitigación”, cerró.