El presidente Gabriel Boric anunció este jueves la construcción de una nueva cárcel de máxima seguridad para combatir el crimen organizado, en medio de la crisis de seguridad que vive nuestro país.
“En Chile no vamos a permitir lo que ha sucedido en otros países, donde el crimen organizado se ha tomado las cárceles sin control del Estado”, señaló el mandatario tras encabezar un ‘Gabinete Pro Seguridad’ en La Moneda.
Según detalló el mandatario, el nuevo recinto penitenciario será emplazado en la región Metropolitana, proyecto que bordea los 90.000 millones de pesos (más de 9 millones de dólares) y que supone 500 nuevas plazas para delincuentes de alta connotación.
Los recintos de alta seguridad contarán a su vez con una nueva fuerza especial de Gendarmería bajo un régimen especial.
Si bien el Gobierno ha evitado confirmar el lugar exacto donde estará emplazada la nueva cárcel de máxima seguridad, el nuevo establecimiento penitenciario se estaría proyectando construir en la comuna de Santiago.
De acuerdo a una publicación de Ex-Ante, fuentes del oficialismo aseguran que el recinto se ubicará en un terreno colindante a la ex Penitenciaría, junto a un espacio proporcionado a Gendarmería en 2011.
Consignar que en dicho sector se ubican además el Centro de Detención Preventiva (CDP) Santiago 1, además del Centro de Justicia.
Asimismo, el gobierno ya está en diálogo con el Ejército para hacer realidad este proyecto, ya que la otra opción, Punta Peuco, fue descartada debido a problemas con el suministro de agua potable.
Al respecto, la ministra del Interior, Carolina Tohá, sostuvo que “las locaciones que se han considerado y, finalmente, la que se definió contempla, también, los posibles conflictos para minimizarlos. Parte del foco en tener tiempos rápidos de ejecución es precisamente prever esa situación y elegir lugares donde esos frentes no estén abiertos”.
Asimismo, la ministra Tohá apuntó a que “el modelo que nosotros tenemos hace referencia a las mejores experiencias de alta seguridad en el mundo, que se conocen y están instaladas principalmente en el continente europeo, donde se ha logrado inhibir la articulación, o coordinación, de quienes están cumpliendo penas para la comisión de delitos, e inhibir también que puedan tomar el control de esos penales”.
“No es el modelo salvadoreño, pero es el modelo que está internacionalmente validado y que creemos es el que nos puede dar mejores resultados”, concluyó.
Cabe destacar que Chile vive desde hace unos años una crisis de inseguridad motivada por la llegada al país del crimen organizado trasnacional, que ha llevado a la tasa de homicidios desde los 4,5 homicidios por cada 100.000 habitantes en 2018 a los 6,3 homicidios en 2023.