En su última encuesta sobre seguridad, Corpa Estudios de Mercado reveló un crecimiento significativo y preocupante en los robos en la Región Metropolitana entre mayo y junio de 2024. Hubo un aumento de 53%.
Esta es la cifra más alta desde que comenzó la medición del estudio, en octubre de 2022. De esa manera, se registra un aumento sistemático de distintos delitos desde septiembre del año pasado.
Respecto a la última medición de 2024 (marzo-abril), se evidencia una mayor alza en la violencia hacia las mujeres, donde pasó de 40% a 56%.
Según Pavel Castillo, Gerente de Intelligence en CORPA, “no hay dobles lecturas, la política de seguridad ha demostrado ser un fracaso. Urge tomar medidas reales y concretas, es increíble ver lo poco y nada que se avanza en esta materia, donde 1 de cada 5 hogares de la R.M. son víctima de un delito al mes, es inaceptable, y que más de la mitad sea con violencia pone en sumo riesgo a la población”.
La violencia por segmentos socioeconómicos
Al realizar un zoom por segmento económico, se puede analizar que en el grupo ABC1, los hechos de violencia se han duplicado respecto a noviembre de 2023, pasando de un 22% a un 44%.
Pero, los que están más propensos a sufrir delitos con violencia, son los de la clase media baja, es decir, el segmento C3D, en el cual el estudio da cuenta de que un 56& de los robos son con violencia experimentando un alza sostenida desde septiembre del año pasado respecto a temas de seguridad.
Las víctimas de robos
Las personas que han sido víctimas de robos o intentos de este durante el último período registrado por CORPA son un 22% de los residentes de la Región Metropolitana, donde dicha cifra no tiene variación en la medición anterior de marzo a abril.
Pero, donde más hay aumentos de robos es en el transporte público, pasando de un 14% en enero de 2024 a un 25% en este último período (mayo-junio del mismo año).
Además, frente a la consulta relacionada sobre la inseguridad de vivir en Santiago, un 49% cree que vivir en la capital es mucho menos seguro que el mes pasado.
Aumento de secuestros en Chile
Cabe señalar que un informe de la Fiscalía Nacional revela que los secuestros han aumentado un 136% en la última década, impulsados por el crimen organizado.
En tanto, la Fiscalía Regional Metropolitana Centro Norte concentra el mayor número de casos, seguida por la Metropolitana Sur y por la de Valparaíso.
Bandas criminales en el país
De acuerdo con un artículo de Financial Times, expertos afirman que Chile ha sido víctima de una tendencia regional en la que los grupos del crimen organizado han adoptado modelos de negocio menos relacionados a sus territorios de origen debido a la pandemia. Estas células, que operan en diferentes países, ejercen autonomía mientras se comunican con su base de origen y aceptan trabajos por contrato, lo que les posibilita una expansión a nuevas regiones.
Uno de los grupos que tuvieron más éxitos en esta expansión ha sido el Tren de Aragua, formado rn una prisión de Venezuela, en 2014. Este grupo ha capitalizado el éxodo de unos 7,7 millones de refugiados que escaparon del colapso económico venezolano, aumentando el número de personas pobres, desempleadas y marginadas vulnerables a la explotación en toda la región.
A pesar de que Perú, Ecuador y Colombia hayan informado de la presencia del Tren de Aragua, la falta de competencia criminal y la relativa riqueza de Chile lo han convertido en un objetivo especialmente atractivo.
Vale destacar que la tasa de homicidios en Chile casi se ha duplicado desde 2019, alcanzando 4,5 por cada 100.000 personas en 2023, aunque esto representa una leve disminución en comparación con 2022.
El año pasado, Chile perdió su puesto como el país con la tasa de homicidios más baja de la región frente a El Salvador, país caribeño donde la represión a las pandillas locales redujo drásticamente la violencia. Esto, según una clasificación del grupo de vigilancia Insight Crime.
“Estamos viviendo un momento complejo de abandono de la seguridad por parte del estado en su conjunto. Los delitos no disminuyen y la violencia aumenta. Es necesario tomar medidas reales y no palabras que se las lleve el viento”, concluye Castillo.