Desde el pasado 15 de mayo, se instaló el denominado “acampe” en la Casa Central de la Universidad de Chile. Ello, en solidaridad con Palestina por la situación en la Franja de Gaza, luego de los ataques del ejército de Israel.

Por este y otros temas, como salud mental e infraestructura, también están tomadas diversas facultades de la casa de estudio, en especial en el campus Juan Gómez Millas.

Allí, Rodrigo Medel, profesor de la Facultad de Ciencias, denunció que, para ingresar al campus, los estudiantes aplicaron una política de “marcar” la mano con pintura, tanto a los académicos como los funcionarios que ingresan.

Una práctica que ha sido criticado por académicos del plantel, e incluso por el Presidente Gabriel Boric.

En este contexto, también se ha instalado la discusión de la necesidad de desalojar el acampe y las tomas estudiantiles.

A favor de un desalojo

En conversación con Bío Bío La Radio, el exrector de la Universidad de Chile, Luis Riveros, se manifestó a favor de un desalojo.

Riveros agregó que es necesario que el Senado y el Consejo universitario se pronuncien sobre un potencial desalojo. Ya que no es una decisión, dijo, que recaiga exclusivamente en manos de la rectora, Rosa Devés.

Todo esto, en medio de una campaña estudiantil para realizar un plebiscito triestamental, que incluya a académicos, estudiantes y funcionarios, sobre el término de convenios institucionales con universidades de Israel.

Ismael Aguayo, vocero del “acampe” en Casa Central, dijo que “están tranquilos” ante un potencial desalojo.

Al respecto, la rectora Rosa Devés aseguró, en una entrevista a El País, que “es un fracaso terminar una toma, que es un acto violento, sin ninguna duda, con otro acto de fuerza”, como el desalojo.