Una violenta riña entre reclusos chilenos y extranjeros en la cárcel Santiago Sur dejó un saldo de múltiples heridos, evidenciando la creciente tensión que ha venido en aumento en el recinto penitenciario.
Los incidentes ocurrieron el pasado 12 de junio, en el módulo A del Centro de Detención Preventiva (C.D.P.) Santiago Sur, involucrando a numerosos internos que utilizaron elementos cortopunzantes, contundentes y mobiliario disponible en el lugar.
Si bien los heridos que llegaron a control médico fueron un puñado, fuentes advierten que la pelea fue brutal.
Eran las 14:17 horas del 12 de junio cuando una riña masiva estalló entre los reclusos que se encontraban en el patio del Módulo A de la Cárcel Santiago Sur. Según testigos, los enfrentamientos fueron tan intensos que una parte importante de los internos se parapetó en el hall y el pasillo de acceso al patio, mientras otros continuaban la gresca en la cancha, lanzando objetos.
De inmediato se levantaron las alertas. Por radio se confirmó que el enfrentamiento en los patios no correspondía a una pelea cualquiera, sino a una con ciertas particularidades, y que desde ese momento nada volvería a ser igual: chilenos y extranjeros, específicamente venezolanos y colombianos, se enfrentaron con todo.
Según los documentos oficiales a los cuales tuvo acceso la Unidad de Investigación de Radio Bío Bío, y que fueron emitidos al día siguiente entre la dirección del recinto penal y las autoridades regionales, como consta en la orden N° 13.01.01-4911/24, que contiene el “Informe Técnico N° 97,98,99,100”, se detallaron parte de los hechos que se manejaron bajo reserva por parte de la institución.
Uno de los documentos señala que un cabo primero de Gendarmería, encargado del Circuito Cerrado de Televisión (CCTV), alertó a todos los sectores de la unidad de la pelea que partió en un corredor desplazándose luego al patio.
Esta alerta urgente provocó una “rápida, pero dificultosa” respuesta de los funcionarios de Gendarmería, quienes no pudieron acceder al patio inicialmente debido al cúmulo de internos en los accesos. Los minutos avanzaban y los gendarmes tomaron la decisión de realizar disparos. Así consta en el informe en que se indica que “el personal apostado en el perímetro aéreo efectuó cinco disparos al aire con munición de perdigones de goma”, logrando que los internos se dispersaran y permitiendo la intervención del personal de servicio para controlar la situación.
Algunos, los más “tranquilos”, corrieron hasta una de las galerías del lugar para poder esconderse ante la violencia que se vivía. Los más adultos, que no querían pelear, tomaron distancia en medio de los golpes y gritos de los venezolanos, que se reconocen dentro de las cárceles como personas “extremadamente violentas” y “muy agresivas” que incluso no respetan las reglas que imponen los gendarmes.
Heridos identificados
Sin embargo, la decisión de los gendarmes de disparar y lograr disuadir a los chilenos y extranjeros que protagonizaban esta riña demoró largos minutos. Tiempo suficiente para que quedaran personas heridas.
Algunos de los lesionados fueron luego trasladados a la enfermería del Módulo y posteriormente al Hospital Penal para recibir atención médica. Según fuentes que estuvieron esa tarde, no todos los lesionados quisieron ir y otros prefirieron, especialmente los chilenos, quedarse callados y no denunciar los golpes.
Otros tomaron la decisión de acudir a la enfermería del recinto penal debido a la gravedad de sus lesiones. Fue el caso de Alexis Casanova Pérez, chileno, de 28 años, imputado por robo con intimidación. Casanova presentaba heridas contusas en la frente, laceraciones en la región nasal, párpado inferior izquierdo y dorsal izquierda, todas de carácter leve según el certificado médico N° 9078.
De los extranjeros, fueron más los que solicitaron atención médica. El colombiano Jeison Estiven Arismendy López, de 30 años, imputado por tráfico ilícito de drogas, fue diagnosticado con una herida cortopunzante en el brazo derecho y laceración en la región frontal izquierda, de carácter leve, según se constató en el certificado médico N° 9079.
Otros colombianos que fueron atendidos ese día fueron Juan Carlos Peña Martínez, de 35 años, imputado por tráfico ilícito de drogas, quien presentó heridas cortantes en la cara y entre los dedos de la mano izquierda, de carácter leve, certificado médico N° 9089; y Eider Fernando Riascos Caicedo, de 27 años, imputado por posesión de armas. Fue diagnosticado con heridas cortantes en la región preseptal y párpado inferior derecho, de carácter leve, certificado médico N° 9084.
En cuanto a los venezolanos, no todos quisieron denunciar las lesiones. Dentro de los que sí llegaron hasta el recinto médico estaba Roberto José Montenegro Godoy, de 32 años, imputado por robo con intimidación. Montenegro sufrió heridas punzantes en el glúteo derecho y la pierna izquierda, así como laceraciones en la región abdominal, todas de carácter leve, certificado médico N° 9086. Darwin Alberto Márquez Añé, también venezolano, de 29 años, imputado por tráfico ilícito de drogas, resultó con heridas cortantes en la región occipital y cuero cabelludo, según el certificado médico N° 9080.
Seguridad y prevención
Durante la revisión y allanamiento posterior al enfrentamiento, se incautaron varios elementos prohibidos, incluyendo 14 cortaplumas y solo un teléfono celular.
Ante la gravedad de los hechos, se propuso el traslado de Roberto José Montenegro Godoy a otra unidad penal con mayores medidas de seguridad, debido al riesgo que presenta su permanencia en el penal actual. Este traslado se sugiere en cumplimiento de la “Ley Orgánica de Gendarmería de Chile”, para garantizar el normal funcionamiento del recinto penitenciario y la seguridad de los internos.
Por esta razón se tomó la decisión de trasladar desde C.D.P. Santiago Sur a la Cárcel de Puente Alto a los presos Jeison Estiven Arismendy López, Juan Alberto Quinteros de Avila, José Rafael Vivas Sequera y Roberto José Montenegro Godoy.
Advertencia de juez
La tensión entre chilenos y extranjeros se viene advirtiendo en varios informes que han redactado jueces de garantía o de las cortes de apelaciones. De hecho, el juez Fernando Guzmán Fuenzalida, en un documento que se conoció este martes 18 de junio, indicó que el 14 de este mes visitó varios recintos penales, entre ellos, Santiago Sur.
En el documento final, uno de los puntos más importantes es la constatación por parte del juez Guzmán de la destrucción de parte de líderes criminales del Recinto Especial Penitenciario de Alta Seguridad (REPAS) y la constancia del enfrentamiento entre chilenos y extranjeros al interior de la cárcel.
El magistrado, que pertenece al Primer Juzgado de Garantía de Santiago, sostiene que “se informó que en los últimos días hubo una riña violenta generalizada entre imputados extranjeros y chilenos”, agregando en el documento que “Gendarmería debió adoptar severas medidas de seguridad para intervenir y segregar ambos grupos”.
El incidente en la cárcel Santiago Sur evidencia la fragilidad y tensión constante entre los internos de distintas nacionalidades, destacando la necesidad de implementar medidas de seguridad más estrictas y efectivas, según han pedido las organizaciones de funcionarios.
Pese a ese escenario, según las mismas fuentes, en el caso descrito se evitó un amotinamiento o mayores heridos, incluso muertos, como ocurre en cárceles de Latinoamérica, solamente por la intervención oportuna del personal de Gendarmería.