Este lunes salió a la luz la información de que un ciudadano dominicano, quien estaba involucrado en un secuestro que sucedió la semana pasada en Santiago, estaba detenido. Cumplía condena en la ex Penitenciaría, lo que levanta la sospecha respecto al funcionamiento de los inhibidores de señal.

Alcaldes de la Asociación de Municipalidades de Chile (AMUCH) se pronunciaron sobre el hecho y exigió explicaciones por parte del Gobierno sobre la efectividad de los inhibidores en la cárcel.

“En vista de estos hechos, exigimos una auditoría detallada sobre la implementación de estos inhibidores de señal. La grave crisis de seguridad exige que el Gobierno transparente qué empresa está a cargo, cómo se está realizando la instalación y si realmente están operativos 24/7 o no. La seguridad de nuestros ciudadanos y la eficacia del uso de los recursos públicos dependen de la transparencia y responsabilidad en la gestión de estos proyectos”, destacó Gustavo Alessandri presidente de la asociación.

“Es inaceptable que se haya encontrado a un delincuente dentro de la cárcel dirigiendo un secuestro a través de un teléfono móvil después de todas las promesas de cambios que hizo este Gobierno en relación al control de las cárceles. Se nos aseguró que se implementarían inhibidores de señales de comunicación con una inversión millonaria financiada por todos los ciudadanos. Sin embargo, a través de la propia fiscalía, hemos descubierto que estos dispositivos no están funcionando, y peor aún, las cárceles siguen siendo en centros operativos para organizaciones criminales”, finalizó.

Todo empezó el pasado miércoles, cuando una mujer llegó desde Villarrica al Terminal Sur en Estación Central. Ella estaría relacionada con un narcotraficante y para su rescate pedían $20 millones.

En el lugar, ella fue secuestrada y trasladada a un campamento de Talagante. Estuvo retenida hasta el viernes, cuando fue rescatada por la PDI en coordinación con la Fiscalía Occidente. El operativo terminó con la detención de cinco sujetos, todos extranjeros.

De acuerdo con informaciones accedidas por BioBioChile, el individuo dominicano sería el autor intelectual del rapto, coordinándose desde el recinto penal con el líder de un grupo de venezolanos dedicados al secuestro.