Una colonia de al menos 100 gatos ferales -asilvestrados- corre el riesgo de morir luego de que se decretara el desalojo de la histórica toma "La Máquina" ubicada en Quinta Normal, región Metropolitana. Mientras una de las pocas soluciones es construir un santuario para los felinos, la demolición de las casas se acerca.
Una complicada y triste situación es la que está próxima a afectar a una colonia de 100 gatos ferales que habitan en el denominado sector “La Máquina”, ubicada en Nueva Andrés Bello con Costanera Sur de Quinta Normal.
Lo anterior, pues en esa zona prontamente se realizará un desalojo de una toma con la finalidad de que las personas que viven ahí sean reubicados en viviendas sociales de otro sector.
Si bien lo anterior está relacionado con un bienestar social que, para quienes denuncian, no existen objeciones, advierten que igualmente implica una situación de vulnerabilidad para la colonia de felinos del lugar.
Y es que este hecho no sería la primera tragedia que involucra a los gatos. Según cuentan a BioBioChile, fue el pasado 12 de diciembre de 2023 que una cantidad indeterminada murió tras un incendio que destruyó 20 viviendas.
“Muchos morirán bajo las maquinarias de demolición…”
Fue a fines del 2021 cuando la Fundación Corazón de Gato llegó hasta el lugar y organizó una serie de operativos de control ético de nicho para el transcurso del año 2022.
Fue en ese contexto que conocieron a Sandra Carter, quien tampoco es vecina del sector pero se encarga de alimentar a los animales o de ir a dejar el alimento para que los mismos vecinos los alimenten.
Y si bien la comida ha llegado con éxito a los felinos, gracias a la organización de las y los voluntarios, hoy la situación preocupa y aqueja a quienes han conocido de cerca la realidad de los más de 100 gatos.
Ante la problemática del desalojo, y posterior demolición, desde la Fundación Corazón de Gato, su presidenta Paulina Fernández dice que se especula que los animales podrían arrancar hacia las poblaciones aledañas, lo que también implica un riesgo.
“Sabemos que esto los conducirá a una inminente muerte y accidentes, sumado a lo que implica no tener el alimento diario que les provee su única cuidadora”, comentó.
Igualmente, asegura que “parte de la naturaleza de los gatos es no arrancar (a diferencia de los perros) y esconderse, uno de los temores es que muchos morirán bajo las maquinarias de demolición”.
Las gestiones incluso fueron más allá. Desde la misma organización postularon y se adjudicaron un fondo regional -vinculado a tenencia responsable- proveniente del Gobierno Regional Metropolitano.
El proyecto intercomunal -pronto a ser ejecutado- contempla la esterilización de 400 gatos de colonias, en las comunas de Renca y Quinta Normal. Aún así, la incógnita de qué pasará tras el desalojo persiste.
La respuesta de las autoridades
Desde la misma fundación cuentan que participaron de una audiencia con la alcaldesa de Quinta Normal, Karina Delfino, para abordar cómo llevar a cabo el proyecto adjudicado. “Ha habido apoyo”, indica Paulina Fernández.
A la vez, cuentan que al preguntar qué iba a pasar con los gatos “plantearon que se puede hacer una adopción”, pero ahí hay otro problema: hay gatos sociables, pero no la mayoría.
Por eso, los que sigan en el lugar “lo más probable es que cuando sientan los ruidos de la maquinaria o sientan gente que no es la del sector (…) van a buscar cualquier lugar para esconderse, van a pasar las máquinas y van a morir los gatos”, dice Fernández.
Pese a las conversaciones que tuvieron con el municipio, tras ser contactados por este medio, desde el equipo de la alcaldesa descartaron tener antecedentes y destacan que el lugar corresponde a una toma.
En tanto, desde la Delegación Regional Metropolitana sostienen que “la municipalidad no tiene esa problemática en registro”, por lo que solicitaron más antecedentes “para coordinar con ellos y buscar una solución conjunta”.
Desde la Cámara, el presidente de la Comisión de Medio Ambiente y Recursos Naturales, diputado Félix González, indicó que “ante cualquier situación de desalojo, o si se van a construir viviendas sociales ahí, es obligación de parte del mandante (…) de hacerse cargo de los animales ferales que puedan haber en el lugar”.
“En este caso, estos gatos, habiendo una organización animalista que cuenta con un proyecto para poder atenderlos, lo que corresponde es que se les den las facilidades y no solamente que se les pase máquina”, complementó.
Por lo que “si esto no se hace, vamos a presentar los antecedentes a la Fiscalía porque se trataría en ese caso de maltrato animal si no se considera el bienestar de estos gatos que viven ahí”.
“Estamos con el tiempo encima”: la propuesta de santuario para gatos
Finalmente, desde la Fundación Corazón de Gato proponen “la construcción de un santuario solo para estos gatos”, pues “queremos que sobrevivan al desastre que se provocará cuando su entorno cambie radicalmente”.
Lo anterior, pese a que reconocen que lo propuesto “quizás no sea factible porque implica mover recursos”. Dicho espacio, detallan, en “un terreno delimitado” y no al aire libre.
“Obviamente están con un límite, pero que tiene la posibilidad de seguir viviendo sin mayores problemas, alimentados hasta que llegue el fin de sus días, pero estamos con el tiempo encima”, cerró la presidenta de la Fundación Corazón de Gato.