Tras dos años de la primera solicitud de su retiro, finalmente este año se consolidará el retiro definitivo de las unidades 1 y 2 de Renca. Esta central es una de las primeras de Chile y fue fundada en 1962, operando como respaldo desde 1998. En sus inicios operaba con carbón y más tarde fue convertida para utilizar diésel.
Su funcionamiento estaba condicionado a la necesidad del sistema y no operaba desde 2011, por la que esta acción no genera cambios a nivel de la dotación de trabajadores.
Las unidades Renca 1 y 2 cuentan con resolución de calificación ambiental favorable hasta agosto de 2025, pero la empresa solicitó su retiro por enfocarse en sus centrales y proyectos más modernos y sustentables.
“Si bien la Central Renca fue, en su momento, un pilar importante para la industria energética nacional, hoy avanzamos por el camino de la transición energética a través de centrales y proyectos más sustentables. Estamos en la última etapa del proyecto fotovoltaico CEME1 y continuamos con la operación de nuestras unidades de bajas emisiones, como lo es Central Nueva Renca”, dijo Diego Hollweck, gerente general de Generadora Metropolitana.
En el sitio adyacente seguirá funcionando la Central Nueva Renca en Santiago, la cual es un ciclo combinado a gas natural con 379 MW de potencia instalada. Esta unidad cuenta con tecnología de punta y continuará entregando seguridad al sistema de manera eficiente y limpia. El gas natural, al ser una tecnología confiable y menos contaminante, tiene un rol estratégico en la transición energética.
Generadora Metropolitana cuenta también con la Central de Los Vientos, ubicada en la comuna de Llay-Llay, la cual es la primera central chilena en convertirse de diésel para gas natural, y la Central Santa Lídia, en Cabrero.
La empresa también está desarrollando CEMEI, la planta fotovoltaica más grande en construcción de Chile, con una capacidad instalada de 480 MW. Este parque solar está ubicado en María Elena, región de Antofagasta, y actualmente se encuentra con un 90% de avance.