Un colombiano y una chilena intentaron ingresar 1.800 millones de pesos en estupefacientes a EEUU mediante el uso de narcoencomiendas. Para ello, impregnaron 10 carpetas de hojas de papel en cocaína. Pero todo se derrumbó. La caída de ambos dealers se produjo gracias al uso de agentes encubiertos que se hicieron pasar por empleados de la empresa de correos. "Creemos que esta organización ya probablemente lo ha hecho con anterioridad, porque estaban enviando mucha droga", dice el fiscal del caso, Daniel Contreras.

Un sofisticado método de narcotráfico quedó al descubierto luego de que dos dealers con asiento en Santiago ―un colombiano y una chilena― intentaran ingresar US$2 millones de cocaína a EEUU.

Los hechos se remontan al 27 de septiembre recién pasado cuando en el aeropuerto Arturo Merino Benítez personal de la PDI halló una encomienda sospechosa. Al abrirla, se percataron que contenía 10 carpetas con hojas de papel impregnadas con cocaína. En total, extrajeron 21,6 kilos del estupefaciente que tenía como destino final el país del norte.

Con el panorama claro, efectivos encubiertos de la policía civil este martes simularon ser empleados de la empresa de correos para devolver la encomienda a su remitente, una ciudadana chilena identificada como Karla Urriola Saso que ya registraba prontuario por microtráfico.

―El agente revelador le entregó estas hojas de papel señalándole que no había podido ser enviada, momento en el que se produce la detención. Esta mujer dijo que esto habría sido realizado por un encargo de un ciudadano de nacionalidad colombiana ―detalla el fiscal de Pudahuel, Daniel Contreras Castillo, quien estuvo a cargo de las pesquisas.

Entrega controlada de la narcoencomiendas

En efecto, la chilena se juntó ese mismo día ―bajo vigilancia de la PDI― en la vía pública, en avenida José Joaquín Pérez, con quien dijo ser su amigo. Allí, ella le devolvió la encomienda a Henry Ramírez Varón, quien también terminó arrestado.

En la casa de Karla, en Quilicura, los investigadores encontraron otros 10,4 gramos de cannabis y 7,1 gramos de cocaína base dividido en 11 papelinas, además de una balanza digital.

―Detrás de estas dos personas claramente existe una organización ―asegura el persecutor Contreras.

Y sentencia:

―La forma especial con la cual se quiere enviar esta droga requiere conocimientos particulares, se requiere conocer la forma en la cual se pueden impregnar estas hojas con cocaína para que la misma no se desprenda y pueda pasar por los controles (…) Creemos que esta organización ya probablemente lo ha hecho con anterioridad, porque estaban enviando mucha droga a Estados Unidos. Afortunadamente pudimos detectar en el aeropuerto este envío.

Ambos detenidos fueron formalizados este miércoles en el Primer Juzgado de Garantía de Santiago, como autores de tráfico de drogas.