La disputa por el control territorial de Santiago está al rojo vivo, pero no es algo nuevo. Esto porque este jueves se reveló que, en junio de 2022, dos bandas extranjeras se unieron para asesinar a quien era el líder del Tren de Aragua en la capital.
Se trata de Frank Keisy Vargas, quien fue acribillado junto a otro sujeto en el sector de Bajos de Mena en Puente Alto.
Fue la noche del 30 de junio de 2022 cuando, tal como informó BioBioChile, ambas víctimas fueron baleadas en San Pedro con El Sauce. Mientras uno de los muertos estaba dentro de un auto, el otro estaba en su exterior.
Este crimen, según reportó El Mostrador, fue efectuado por sujetos de dos bandas delictuales: Los Orientales y Los Valencianos, ambas compuestas por venezolanos, tal como el Tren de Aragua.
Esto logró establecerse en medio de una investigación por el caso de dos adolescentes que llegaron en agosto pasado al país, las que fueron obligadas a prostituirse bajo las órdenes de un individuo conocido como “Morty”.
Las jóvenes, de 15 y 16 años, fueron traídas al país por Los Orientales bajo pago de $5 millones, lo que debían devolver en 300 servicios sexuales. Aunque, también podían ser multadas por los proxenetas que aumentaban la deuda.
Sin embargo, en septiembre se fugaron y denunciaron en todo en la PDI, lo que provocó la huida de “Morty”, quien se llama Manuel Teresa y que actualmente está prófugo.
El Fagua
Tras el asesinato del otrora líder del Tren de Aragua, comenzó la búsqueda del “Fagua”, Gabriel Rondón Díaz, cabecilla de Los Orientales, que huyó a Panamá.
De hecho, miembros del Tren de Aragua llegaron hasta el edificio ubicado en Huérfanos 1400, el denominado “edificio maldito” por estar tomado por bandas criminales.
Allí robaron varias especies, incluso un auto, esto porque exigían un pago a Los Orientales por usar “la plaza” de las mujeres que obligaban a prostituirse.
Hace algunas semanas, se formalizó a diez miembros de Los Orientales por diversos delitos, quedando en prisión preventiva. También se imputaron cargos a dos profesionales que habrían pagado por acceder a los servicios, uno de los cuales hizo caso omiso a los pedidos de ayuda de las adolescentes explotadas sexualmente.