La Universidad Bernardo O’Higgins ha recuperado casi 1 tonelada de residuos orgánicos que antes terminaban en vertederos. Convirtiéndolos en compotas de fruta y concentrado de hortalizas de alto valor nutricional. Alimentos que son entregados a personas de la tercera edad en la región Metropolitana.
Durante los últimos cuatro años, la casa de estudios ha colaborado con la Fundación Banco de Alimentos de Lo Valledor (FBALV). De donde han tomado tallos, hojas frescas y restos de fruta en buenas condiciones para crear alimentos con menor procesamiento y libres de sellos.
“Hemos desarrollado tres líneas: el concentrado verde a partir de tallos y hojas de apio y brócoli y hojas de betarraga. El rojo, diseñado con tomates donados y tallos de betarraga. Y variedades dulces que son la compota, pera-plátano y ciruela-plátano”, detalló Ximena Rodríguez. Quien es directora de la Escuela de Nutrición y Dietética de la Universidad Bernardo O’Higgins (UBO) y directora del Proyecto de Valorización al interior de la UBO.
Cuidado al planeta y rol social
Esta inédita iniciativa repercute positivamente en el cuidado del planeta, como también juega un rol social. “Cuando comenzamos en 2019 nos enfocamos en un grupo de 25 adultos mayores, entregándoles gratuitamente una compota de fruta y un concentrado verde o rojo a diario. Ya desde abril de este año hemos alcanzado más de 400 compotas. Lo que equivale aproximadamente a 50 kilos destinados a distintas organizaciones de adultos mayores de la región Metropolitana”, destacó Rodríguez.
Sobre las expectativas para el futuro de este proyecto, Rodríguez aseguró que ya se encuentran “diseñando nuevos prototipos a partir de otros descartes alimentarios y trabajando además en envases sustentables para su transporte y almacenamiento. Todo en un trabajo alineado con la Coordinadora del Proyecto, Fancy Rojas, desde la dirección de Transferencia, Emprendimiento e Innovación de la universidad”.
Cabe mencionar, que según datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), cada año se pierden entre un 40% y 50% de las frutas y verduras a nivel mundial. Así mismo, la pérdida y el desperdicio de alimentos representan entre el 8 % y el 10 % de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero.