Continúa la polémica por la compraventa de la exclínica Sierra Bella por parte de la Municipalidad de Santiago, y es que la inmobiliaria San Valentino, quienes son propietarios del edificio, ingresó un recurso de reclamación en contra del Conservador de Bienes Raíces de la capital, quien se negó a inscribir la compra.
En esta línea, según consignó La Tercera, la empresa exige que se concrete la transacción, pese a que la alcaldesa Irací Hassler (PC) confirmó que no continuará con la adquisición.
Recordemos que fue el pasado 20 de enero que el municipio administrado por Hassler firmó el contrato de compraventa con la inmobiliaria San Valentino, quienes son dueños del exrecinto asistencial.
Sierra Bella
Cabe mencionar que el pasado 25 de abril, la empresa propiedad de Felipe Sánchez ingresó un recurso de reclamación ante el 19° Juzgado Civil de Santiago, en contra del Conservador de Bienes Raíces.
Sánchez lo acusó de no ajustarse al derecho para negar la inscripción de la compra de la exclínica Sierra Bella.
Más tarde, el 1 de febrero, la entidad judicial rechazó la inscripción por dos razones. La primera, por una observación de fondo debido a la diferencia de precios que existía entre el avalúo y el precio final que pagaría la comuna de Santiago por el inmueble.
Esto hace referencia a que el monto ofrecido por la administración de Hassler ascendía a más de $8 mil millones, siendo que el edificio había sido adquirido por San Valentino por poco más de $2 mil millones.
El otro motivo por el que el Conservador se negó a rechazar la inscripción del edificio fue por un “error formal” en la documentación que se presentó.
En concreto, en la escritura de la compraventa, el municipio no agregó el rut del representante legal que en este caso era la jefa comunal, Irací Hassler.
Frente a esto, y luego que la Contraloría ya había ordenado no realizar ninguna gestión, el municipio y la inmobiliaria ingresaron al Conservador una escritura complementaria y rectificatoria corrigiendo ese error.
Inmobiliaria San Valentino
En el recurso presentado ante el juzgado civil, San Valentino reconoce que el rut de la alcaldesa no estaba en el documento, pero señala que sí está cuando Hassler comparece y firma el documento. “Es fácilmente comprobable, basta con mirar la escritura”, se lee en el texto.
En el documento emitido por la empresa de Sánchez, se añade que por ley el Conservador “no podrá retardar ni rehusar a excepción de que la inscripción sea legalmente inadmisible”.
En tanto, el abogado querellante, Sergio Rodríguez, comentó que esto “se trata de conductas de agotamiento del delito de fraude al Fisco, ya que el vendedor intenta poder disponer del producto del delito ejecutando las instrucciones notariales que requieren inscripción del título. Lo anterior demuestra, como lo hemos sostenido en la investigación penal, que no se trata de un acto frustrado, sino que efectivamente se celebró un contrato de compraventa y se pagó parte del precio; ya se causó al perjuicio al patrimonio municipal. De todos modos, los dineros se encuentran incautados por resolución del juez de garantía”.
Conservador de Bienes Raíces
El texto aclara que no está el rut de la alcaldesa en la escritura, pero que sí se puede observar cuando Hassler suscribe la escritura.
En esta línea, la empresa señala que “no existe duda acerca de la identidad de la compareciente y es así pues la alcaldesa Hassler se identificó ante el notario, registró su pulgar en el instrumento que suscribió, firmó personalmente y lo hizo sobre el número de cédula de identidad”.
San Valentino cree que lo anterior “recae sobre una formalidad que en ningún caso constituye un vicio constitutivo de nulidad absoluta y menos tiene la calidad de evidente en los términos que dispone el artículo 1683 del Código Civil. La pregunta relevante es si el Conservador de Bienes Raíces tiene alguna duda acerca de la identidad y comparecencia de la Municipalidad de Santiago representada por su alcaldesa, quien por lo demás se encuentra plenamente identificada por el Servel dada el acta de proclamación que se invoca y que no se inserta por ser conocida de las partes”.
Pese a que la inmobiliaria intentó rectificar el 13 de febrero, el Conservador volvió a rechazar la inscripción.
“Es finalmente un problema de entidad de los instrumentos y si ello es así el problema se delimita, a lo más, en el ámbito de la nulidad relativa”, sostuvo la empresa, añadiendo que se trataría de un “problema de formalidad más no de solemnidad”.